Era un día difícil para mí tenía una entrevestista para un nuevo trabajo, iba sin esperanzas ya me habían rechazado tres veces en un mes.
¿Por qué no me contrataban? Simple, porque no se les daba la regalada gana de contratarme porque era hija de un empresario que estafo a mucha gente y que al final murió sin nada y me dejo a mí en la calle.
¿Pero qué culpa tenía yo de los errores de mi padre?, yo solo quería salir adelante con mi esfuerzo pero ellos no me daban la oportunidad y el poco dinero que me había dejado mi madre antes de morir ya se me estaba acabando y yo no tenía ni un mísero trabajo para sobrevivir.
Sali de mis pensamientos y comencé a buscar que ponerme hasta que encontré el vestido perfecto, era negro con un escote en forma de corazón, algo sofisticado, el vestido era ajustado al cuerpo hacia que mis curvas se sobre saltaran y que se me vean grandes las nalgas.
Al menos intentaría ser la zorra que conquista al jefe con su ropa seductora. No solo bromeo.
Cuando estuve lista, me maquille y todo consistía en un poco de sombra en los ojos, delineado, mascara para pestañas y por ultimo un rojo carmín a mis labios. Peine mi cabello y lo deje suelto me llegaba hasta la cintura y sus puntas estaban onduladas por naturaleza.
Me puse unos zapatos negros de tacón alto, agarre mi bolso negro y salí de mi departamento sin desayunar porque ya se me hacía tarde para la entrevista. Cuando estuve en la calle pare un taxi y le pedí que me llevara a la empresa "Celli and Associates Company", mientras tanto en el taxi iba retocando mi maquillaje y mi pelo quería estar perfecta para dar una buena impresión y que me contraten. Esa empresa es mi única esperanza porque el dueño es pablo celli él había sido un muy buen amigo de mi padre y tal vez si sabía que era yo me contrataría, pero tampoco ne podía confiar tanto.
El taxi paro, le pague al señor, entre a la empresa y me acerque a la recepcionista.
_Disculpe señorita, vengo para la entrevista con el señor celli a donde tengo que ir para verlo -le pregunte a la recepcionista-.
_vaya al sexto piso y doble a la derecha ahí veras una puerta toque y espere a que te diga que pases -me repondio con amabilidad-.
_Gracias -le conteste y le regale una sonrisa-.
_Es un placer - me sonrió de vulta-.
Camine hasta el ascensor y oprimí el botón, cuando las puertas se abrieron entre y oprimí el botón del sexto piso.
Comencé a temblar, estaba muy nerviosa.
Encerio necesito el trabajo y no sé como pero lo conseguiría, iba a dar todo de mi para que me den el trabajo y no se arrepientan.
Las puertas del ascensor se abrieron y camine a la derecha tal y como la recepcionista cuyo nombre no sabía, me había indicado. Vi una puerta que tenia el nombre "Celli" grabado en una placa. Me acerque y toque dos veces, di un paso para atras esperando que este me invitara a pasar y de adentro una voz se escuchó que dijo "pase". Me arme de valor y abrí la puerta y entre en la oficina cerrando la puerta detras de mí.
La silla de pablo estaba volteada y miraba hacia un gran ventanal que había ahí. Por mi parte me quede parada frente de su escritorio esperando a que él se volteara y me invitara a sentarme.
_Buenos días -lo salude-.
_Buenos días, tome asiento -me dijo y volteo su silla y yo me lleve una gran impresión al notar de que era un hombre joven y no un hombre mayor como pensé que era pablo - Bueno dime, ¿que se te ofrece? - Me pregunto.
-Vine por el anuncio de trabajo que salió en el periódico -le conteste- Por cierto me llamo ________ Hassan.
-ahh si -Pareció recordar el anuncio- Me llamo Sergio Celli, ahora por favor muestrame tu carta de recomendación y toma asiento.