Capítulo I

8 0 0
                                    

— Mamá, ya llegué —mantuve la bolsa entre mis manos, cerrando la puerta del patio detrás de mi con el pie. 

— Chaerin —sonríe acercándose a mí, recibiendo la bolsa—, por fin llegaste, muero de hambre.

— Mmm, ¿Quieres cocinar hoy? —la noté particularmente cansada esa tarde— Vamos a almorzar fuera.

— No tengo para pagarnos algo fuera —negó con la cabeza, dándose media vuelta después para entrar a la casa. 

— Te invito yo —alcé ambos hombros. 

— Es cierto... ya trabajas —sonríe ampliamente—, qué bueno... así tengo un banco en la casa —soltó una risa y me reí con ella. 

— No —negué después de algunos segundos— no soy la solvencia de la casa aún, te voy a llevar a un restaurante esquinero —dije entre risas mientras ayudaba a ubicar algunas de las cosas que traje en la bolsa en la nevera.

— ¿Aún no llega Hyunjin? ¿Qué va a comer? 

— Vámonos rápido antes de que nos lo encontremos. 

Abrí de nuevo la puerta del patio, Hyunjin le estaba dando la espalda a la casa, con las manos dentro de los bolsillos. 

— Hyunjin-ah, aquí estás —dije acercándome a él— ¿Qué haces? 

— Algo pasa en la casa Jung —inclina la cabeza hacia un lado. 

Ambos nos quedamos observando, y entendí por qué Hyunjin se quedó ahí, había mucho ruido. Si Hyunjin y yo nos parecíamos en algo aparte de los labios, sin duda era la costumbre de inmiscuir las narices en lo que no nos interesa, mi mamá era igual a nosotros respecto a eso. 

— Hyunjinie, estaba por llamarte —mamá se acerca a él también, poniendo ambas manos en sus hombros— ¿Qué pasa? 

— Mami, ¿Sabes qué pasa en la casa de los Jung? —Hyunjin pregunta. 

— Ah, casi se me pasa contarles que Jaehyun regresó al vecindario, nos saludamos más temprano. 

— ¿Jaehyun regresó? —sonreí mecánicamente. 

Crecí al lado de Jaehyun hasta que cumplí catorce años, solíamos ser los mejores amigos, como dicen los que llevan lenguajes anticuados: uña y mugre, compartíamos todos los juguetes, luego empezamos a compartir las botellas de agua, los amigos, el salón de clase, compartimos algunos momentos determinantes de nuestra vida y luego... se fue a Estados Unidos, fue algo doloroso al principio, pero al final se volvió un dolor colateral, pasaron seis años desde entonces, seis años en los que pudimos mantener contacto, pero por alguna razón, cuando dejas de ver a una persona, todo se disuade, tal vez porque los dos no tuvimos tiempo, o nada en común para hablar como solíamos hacerlo, era difícil que fuera igual. En resumen, cuando se trata de Jaehyun, todos son buenos recuerdos, y si mi yo del pasado tuvo algún mal sentimiento, hoy puedo sonreír con nostalgia. 

— Sí —mamá contesta—, está muy guapo.

— ¿Jaehyun hyung? ¿Guapo? Imposible. 

— Cierto —asentí junto a Hyunjin—, justo como tú, feo antes y feo después. Por alguna razón ahora eres popular, pero quién sabe qué ojos tiene esta generación.

— Oye... 

— Deja en paz a tu hermano —mamá interviene sonriendo un poco—, ustedes dos son atractivos porque son mis hijos, sería raro que no heredaran nada de ésto. 

Hyunjin y yo nos miramos incrédulos, y me apuré a negar con la cabeza. 

— Mamá puede decir cualquier cosa —ambos sonreímos un poco—, no confiemos en lo que nos diga, tiene dos autoestimas bajo su cargo, es obvio que va a mentirnos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 20, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

AUTÉNTICO | Eunwoo's route.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora