Escritos ganadores del PRIMER CONCURSO DE ESCRITURA "¿TE ATREVES A ESCRIBIR?

TERCEROS LUGARES

Categoría 3

"CUENTO MODIFICADO"

Marianela Rateli 

28 años

Argentina

"Mugricienta"

Mugricienta

En un país no muy lejano, vivía una hermosa joven llamada Mugricienta. Ella era de cabello castaño y ojos claros. Delgada y amorosa. Pero tenía un problema, no le gustaba bañarse. Lo que hacía que las personas se alejaran de ella.

Todas las mañanas se levantaba desde muy temprano, se encargaba de ir al supermercado y aseaba el  enorme castillo. Sólo tenía una amiga-con la que se comunicaban de manera virtual- porque nadie soportaba estar cerca de ella. Cuando llegaba a un lugar, las personas comenzaban a irse. Incluso el  perro caniche de la familia, olía mejor que ella.

Mugricienta, además de tener ese desagradable problema con el baño, tampoco había terminado sus estudios, -debido que su madrastra no se lo permitió- lo que hacía imposible que tuviera un trabajo asalariado. Sin embargo sus hermanas; una era abogada y la otra  dueña del mejor salón de belleza de la cuidad.

Lo que tenían en común estas tres damas, es que eran solteras, unas por ser desagraciadas y la otra por desalineada.

Una tarde la madrastra en su cuenta de Facebook, encontró una publicación del rey que decía que el próximo sábado se realizaría una fiesta en honor al príncipe, y deberían asistir todas las jovencitas solteras de la cuidad para cortejarlo. De inmediato corrió al salón de belleza de su hija para darles la noticia.

Mientras tanto en el castillo Mugricienta organizaba la cena. En el momento que sacaba el pollo del horno, recibió un mensaje en su teléfono. Un whatsapp que le enviaba su amiga para darle la noticia del baile. La joven, corrió a su habitación para elegir lo más elegante que tenía. Era su oportunidad para conquistar al príncipe y salir de esa casa, donde sólo recibía burlas y maltratos.

Llegó la noche tan esperada. Las hermanastras de Mugricienta salían adornadas de pies a cabeza. Ella no quería que supieran que asistiría al baile. Luego de un rato, recibe un mensaje de su amiga, estaba esperándola afuera.

Llegan. Entran al palacio. Había tanta gente que ambas se perdieron y separaron. Mugricienta caminaba y se abría el paso. Dejándola sola en medio del salón. A unos metros, el soñado príncipe. Ella sonrió, el quedó deslumbrado. Se acercaban sin dejar de mirarse. Pero hubo algo que lo distrajo y no lo dejaba avanzar. Sus pasos retrocedieron lentamente y se perdió entre la multitud.

Ella comenzó a observar  que todos la miraban con cierto rechazo. Salió de ese lugar  rompiendo en llanto. Sabía lo que sucedía. Se detuvo en el patio trasero cerca de una fuente. Donde aparece un hada. Mugricienta le contó lo sucedido y que esto pasaba desde que tenía cinco años, debido a su miedo, cuando sus hermanastras casi la ahogaron en la bañera. El hada tomó su varita mágica e hizo desaparecer  el  recuerdo del episodio del baño que tuvo con sus hermanastras. Y cambió su nombre por Cenicienta.

 Volvió a su casa, sin entender el hedor de su cuerpo. Una hora más tarde regresa al palacio. Se encuentra con su amiga la que por primera vez, la estruja fuertemente con sus brazos. Había comenzado el vals. Pero aún nadie bailaba. Comenzó a buscar al príncipe, quien sólo observaba con indiferencia a las demás.

Y al fin sus miradas se reencontraron. El notó una frescura y un aroma que lo cautivaron. Era ella. Bailaron y bailaron sin dejar de contemplarse el uno al otro. Desde esa noche jamás se separaron. Luego se casaron y vivieron felices por siempre.

Categoría 2

"POEMAS"

Catalina Chauta