Сильный

1

H.
Los Santos, ciudad de catástrofe, ruinas y dolor.
Sitio en el cual casi pierdo la vida, a mi familia y dónde me di cuenta que realmente estaba solo.
Conway, el hombre al que en algún momento llame "papá" y quién fue superintendente de dicha ciudad, fue quien me convenció de regresar para un "reencuentro", y no solo con él, si no, también con Gustabo, el chico al que consideraba mi hermano y mejor amigo, y quién me manipuló y "apuñaló" por la espalda.
Únicamente decidí regresar para verlos y después volver a lo que llamaba mi "hogar", un pequeño departamento que queda a los límites de la ciudad, mi pequeño lugar seguro.
Actualmente me dedico a las plantas, y no en rollo drogas ni nada de eso, cosecho frutos, tomates, todo ese tipo de cosas sanas, aunque yo no lo esté.

Después de la explosión en la iglesia no soy el mismo, ni en el interior ni en el exterior, quedé con secuelas de las quemaduras, y la depresión y ansiedad me provocó un gran daño.
En mi intento de querer sanar los vacíos y daños que dejaron Conway, Gustabo y... Bueno, Volkov, empecé a comer, pensaba que aquello me llenaría y me haría sentir mejor, y en cierto sentido si lo hacía, pero nunca me di cuenta del daño que me provocaría, ahora soy un hombre joven con quemaduras en el rostro y cuerpo y también un gordo, que gran paquete, mi autoestima se fue a la mierda, igual que mi vida.

Esta más que claro que extraño a Conway y a Gustabo, son mi familia a final de cuentas, pero me avergüenza que me vean en este estado, pero... Mierda, ¿Y si también va Volkov? No no no, no estoy listo para que me vea así, tal vez y en unos meses si, hago dieta, ejercicio, tal vez eso me sirva y después pueda verle... Bueno, verlos, no ahora.

• •

Horacio estaba a nada de recibir un ataque de ansiedad, aquellos que bien llevaba teniendo por algunos años, se negaba a tratarlos, al igual que el aceptar que había algo mal más allá de su físico y baja autoestima.
El joven moreno viajo a aquella ciudad ciertas dudas e inseguridades, ¿De verdad quería verá Gustabo? ¿O a Conway? ¿O a Volkov?, Estaba claro que no, pero no podía negarse, posiblemente sea solo para un favor, un recuentro rápido y después cada quien por su camino, uno nunca lo sabe, pero él solo esperaba que el encuentro fuera lo más corto posible, ya que no estaba dispuesto a pasar mucho rato con ellos.

Llegó al centro de la ciudad, checo la dirección que le habían compartido y pensaba en si verdad iba a poner un pie ahí, el miedo ya le estabas consumiendo, su rostro reflejaba la inseguridad y terror que sentía, respiro por varias veces y camino hacia el local acordado, de mientras, hacia un repaso de lo que les diría, de como saldría del sitio y también el no olvidar pedir un taxi para llevarle a la central de autobuses de inmediato.
Una vez llegó al sitio, vio por la ventana que daba para el interior del local y los vio, Gustabo al igual que él, estaba subido de peso, a Conway ya se le estaba notando un poco la edad y Volkov, el moreno perdió la respiración por un momento, aunque ya habían pasado unos años, se le notaba intacto, su piel porcelana presentaba pequeñas arrugas que fácilmente podían desaparecer con esas famosas cremas o tratamientos, sus ojos brillaban como siempre, su cabello platinado tan bien peinado, como siempre, se le veía impecable.
El menor volvió a sentirse ansioso, no quería entrar, no se sentía seguro, y siguió su instinto de correr a su "lugar seguro".
Sin embargo, uno de los presentes,  se percató de la mirada de alguien y no pudo evitar voltear y le vio.
Viktor quedó en shock al ver al moreno, observo en sus ojos miedo, su postura mostraba inseguridad, su cresta ya no estaba del todo, por supuesto que noto su físico, pero no pudo más que enfocarse en sus ojos, cuando le vio correr no pudo evitar levantarse y salir corriendo del local a buscarle, sin embargo, Horacio ya le llevaba un tramo, y por desgracia, subió a un taxi.
El de piel porcelana le busco con la mirada y los otros dos le siguieron, no entendían que le estaba pasando, y no dudaron en preguntarle.

- ¿Qué mierda Volkov? ¿A dónde coño ibas? - Exclamó el hombre mayor
- Lo vi, vi a Horacio, él estaba, yo, el local, ¿Qué le sucedió? ¿Por qué huyó? - Hablo Viktor con la voz entre cortada por correr, estaba confundido, no entendia la reacción del menor, varias dudas recorrían su mente.
- ¿Horacio? ¿Lo viste? - Pregunto el rubio preocupado por el chico, hacía tanto que no le veía, ansiaban verle de nueva cuenta pero por algunas cuestiones, por su salud psicológica, no se lo había permitido.
- Lo vi fuera del local pero... Huyó. - Respondió el de cabello platinado.

El mayor sabía el porque de la situación, o al menos sospechaba.
Tenía en cuenta que el moreno habia quedado con secuelas de quemaduras graves en la piel, que su físico era de lo más importante para él, se desvía por el como se veía, por su ropa, su cabello, su piel, todo aquel aspecto le era importante para él, el rubio también sabía de ello, pero no era consciente de que tan dañado había quedado su amigo, ni el padre ni el hijo sospechaban de qué tan afectado habría quedado el moreno a excepción del ruso, quien le vio pero no tuvo la oportunidad de hablar.

Los hombres se retiraron a sus hogares, los tres pensando en el moreno, ¿Qué fue de él? ¿Cómo estará? ¿Cómo le irá?