4: La noche

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Baby you might need a seat-belt when I ride it
I'ma leave it open like a door come inside it
Even though I'm wifey you can hit it like a side chick
Don't need no side dick, no

Got the neighbors yelling "earthquake!"
4.5 when I make the bed shake
Put it down heavy even though its lightweight

💦

Yoongi no podría decir con certeza como es que había terminado con una muy coqueta y peligrosa Jennie, mordiendo su oreja, besando su cuello y apretando su brazo mientras él trataba de manejar lo mas rapido posible hacía su apartamento.

El bulto en su pantalón estaba a punto de explotar y las lamidas calientes que esa hermosa chica dejaba en su manzana de Adán podrían hacerlo chocar.

Gimió y, con poco éxito, trato de mantener sus ojos abiertos hasta llegar a su casa pero era una tarea casi titanica considerando a la bomba sexual que se mantenía tocando y besandolo en el asiento de acompañante.

- Maldita sea, si seguimos así voy a chocar. -gimió cuando la castaña apretó su pene por encima de la ropa y le dio una sacudida rapida.

- Ni se te ocurra. -se quejó con un tono infantil.  - Todavía no me tuviste en tu cama.

Maldita sea Jennie y todos los santos. Si era tan guarra como parecía estaba seguro que acabaría sin ser tocado.

Afortunadamente, llegaron antes de lo esperado. Rompiendo normas de tránsito y esquivando semaforos.

Estuvo a punto de bajarse del auto pero una muy excitada chica se sentó encima suyo a horcajadas y junto sus labios de manera casi animal.

El beso era humedo, sucio, y los chasquidos provocaban que la ereccion de Yoongi se clavara en la intimidad de Jennie, quien por cierto, llevaba una falda. Lo cual permitió que la friccion de los jeans rozaran su ropa interior de seda.

Gimió desde su garganta, tenía muchisimo calor y ese hombre debajo suyo estaba a punto de hacerla acabar si seguía frotando en ese lugar.

- Por favor, tomame ya. -rogó sin reconocerse a si misma. Generalmente eran los hombres quienes la buscaban y se rendían a sus pies, atentos a sus ordenes y a satisfacer sus deseos.

Esta vez era diferente.

Si no tenía a Min Yoongi encima suyo haciendola ver las estrellas podría morir de frustración.

El mayor gruñó con la misma o quizás con mas desesperacion. Abrió la puerta de su auto y salió de él con ella encima. Jennie enredó sus largas piernas en la cintura del pelinegro y continuó besando aquel cuello palido y grueso dejando marcas a su paso.

No supo en que momento llegaron al piso del fotografo, ni como pudo abrir la puerta con ella encima, pero de buenas a primeras se encontraba siendo empujada contra la pared del recibidor mientras Yoongi apretaba sus pechos por encima de su corset y mordía sus labios.

Ese hombre era el lobo disfrazado de cordero. Podría parecer timido, tranquilo e incluso desinteresado de dia, pero en este momento, mientras rozaba su ereccion con su centro y besaba sus labios maltratados, estirandolos con fuerza, podía afirmar que Min Yoongi era una bestia.

34+35 | yoonnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora