CAPÍTULO 33.

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                POV ALEXANDER.

— Creo que fuiste demasiado duro y déspota con Allisson, debiste dejar que te diera su versión de los hechos, como pasaron realmente las cosas, pero lo unico que se te ocurrio fue decirle que era igual a todas; sabes que eso es juzgar a alguien anticipadamente sin ningún criterio congruente que te orille a ello. El único consejo que te puedo dar como amigo es que no hagas nada de lo te puedas arrepentir por toda tú vida.– dice Noah cuando le cuento todo lo sucedido de la noche anterior, aunque le encuentro sentido a sus palabras no puedo dejar de sentir coraje por la situación que estoy pasando.

Es tarde y todavía me encuentro en mi oficina, con la compañía de Noah que vino a darme informes de como van los proyectos de mi empresa naval; la cual por cierto está viento en popa con sus proyectos, inversiones y demás.

— No lo sé Noah, vi claramente cuando se estaba besando con ese tipo; tal vez con eso me quería demostrar que sus sentimientos hacia mi no eran los mismos que los míos hacia ella, además cuando le pregunte que si se estaba divertiendo se hizo la que no sabía.– tomó fuerte el vaso de licor que tengo en la mano al recordar la escena del máldito beso que me sigue atormentado desde anoche y la causa de mi insomnio.

— Yo creo que tuvo miedo a que no le creyeras como lo estás haciendo ahora mismo.

Tal vez tenga razón, o eso es lo que quiero creer; tomaré cartas en el asunto y averiguare sobre ello.

Pienso decírselo a mi amigo pero la puerta se abre dejando ver a Giselle. Entra como si fuera invitada a hacerlo y con toda la naturalidad camina hacia donde estamos Noah y yo.
Si hay algo que mas odio es que se atrevan a entrar en mi oficina sin mi autorización; lo más raro de todo es que Allisson no me haya avisado de dicha espantosa visita no deseada.

— ¿Giselle qué haces aquí, y quién te dejó entrar?.– le hablo bruscamente parándome de golpe de mi silla para ir a encararla y hacerle saber que no es bienvenida.

— Decidí entrar por mi cuenta ya que tú asistente estrella no se encuentra en su puesto de trabajo.– se ríe irónica de su sarcástico comentario.

Confundido reviso la hora en mi reloj de mano y me puedo dar cuenta que la hora de salida fue hace media hora; no se despidio y eso se lo haré saber en cuanto pueda, ya que él jefe puede necesitar algo más y ella ni se entera y sólo se marcha por desición propia.

— ¿Qué haces aquí entonces?.– le cuestiono más alterado.

— Venía camino aquí y vi algo que te podría interesar.– la miro dudoso por su ofrecimiento ya que lo que venga de ésta mujer no me interesa.

— Pues mi labor termina aquí, yo me marcho.– se despide Noah pero antes de marcharse lo detengo por el brazo por que no me gustaría quedarme a solas con la loca de Giselle.

No sé que estaba pensando cuando me metía con ella, probablemente no era tan maduro en ese entonces como decía serlo.

— Quedate Noah. Habla de una vez ¿qué es eso que me podría interesar?– se acerca hasta el filo de mi escritorio y saca su celular empezando a buscar algo en el.

Por que presiento que no será nada bueno para mi.

— Caminó a tú oficina me encontre con Ali, como la llamas tú; y lo que vi se me hizo tan inapropiado que como un simple empleado traiga a su amante o lo que sea a tú empresa.–me entrega el celular mostrando una imagen donde se ve claramente donde Ali sale junto a un hombre y no es culquier hombre; si no justo con él que se beso en la gala; lo reconocería donde fuera.

Mi furia esta empezando a crecer de nuevo cuando ya se había discipado; cuando decidí darle una segunda oportunidad pasa de nuevo. Tomaré medidas drásticas sobre ello y jamás volveré a confiar en ella.

— Lárgate Giselle.– alterado y visiblemente molesto la corro de mi empresa por que quiero estar solo.

— Pero Ale...

— ¡Que te largues he dicho!- la corto y sale prácticamente corriendo de mi oficina.

— No le creo nada a esa mujer Alexander, sabes que haría hasta lo imposible para tenerte para ella, y meterte cosas de Ali podría ser una de ellas.

— No creo que esté mintiendo está vez; la vi cuando estaba con ese tipo. Ahora será peor para ella.– empuño las manos sobre el escritorio y la impotencia me gana haciendo estrellar el vaso de vidrio en la pared.

— Amigo tienes que calma...

— No digas nada más me ire a casa y después resolveré ésto.

— Sólo espero que no cometas una locura.– dice antes de marcharse.

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Por más que le doy vueltas al asunto no dejo de pensar en ella; realmente la quiero, era un sentimiento más fuerte con ella, era diferente y placentero.

Perdi la cuenta del número de vasos que he bebido, me ahogo en alcohol para olvidarme de la imagen de Ali junto a otro hombre que no soy yo.

Medio ebrio marco su número, la haré venir sólo para encararla, y por más que me duela quiero verla y sentir su rico olor.

— ¿Diga?.– contesta al tercer tono y su máldita voz me encanta aunque no debería.

— Necesito que vaya a mi oficina y me traiga unas carpetas de color negro muy importantes que olvide sobre mi escritorio, cuando las encuentre venga a mi casa para que me las entregue usted misma; dígale al guardia que va de mi parte y la dejará pasar, si no cumple con lo que le pido será despedida.– corto la llamada y sólo espero que llegue como se lo ordené.

Fue una buena excusa lo de las carpetas para hacerle venir hasta acá; ya conoce mi dirección por lo que no tendrá inconvenientes.

Esta noche me demostraras si te importo o no, al igual que averiguare quien es el hombre con el que te has besado y visto en mi empresa.

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Nuevo capítulo, espero les guste corazones de melón.

Gracias por tanto apoyo a mi novela.

Denle me gusta y voten mucho plis.

             KARINA QUIROZ.🌻

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MAGNATE POSESIVO.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora