God's Whisper [JinTae]

Únicos, Irrepetibles

 Abrí los ojos despacio, recordando poco a poco, drenando mi sangre gota a gota.

Sollocé su nombre hasta casi quedarme sin voz, hasta bañar mi rostro en carmesí y entonces avancé hasta que mis pies dolieron, al igual que mi alma.

Simplemente me rendí a lo que el destino guardaba para mí y caí sobre mis rodillas en la misma nada observando hasta que di con una silueta lejana.

¿Podía ser real? ¿Estaba aquí?

No, eso es una tontería, él no entraría al Limbo, me recordé a mí mismo.

Pero eso no parecía importar ahora, porque en cuanto se acercó no tuve dudas de que era él.

Era él. Quien se arrodilló frente a mí y tomó mi rostro antes de besarme dulcemente era él.

—Al fin te encontré.

—¿Cómo es que...? No puedes estar aquí —hablé en un susurro rasposo.

—TaeHyung... creo que sabes por qué estoy aquí.

—No... No puedes estar muerto... No, Jin...

Ahogó mis temores en un beso que me sacó el aliento por un momento antes de hablar.

—Ya no soy parte del Inframundo, me fui de allí.

—¿Cómo...? No puede ser, no, no. ¿Qué hay de ti ahora? No... ¡No tienes alas!

—Incluso si no tenemos nuestras alas, incluso si somos diferentes, eso ya no importa.

—¡Pero eres el heredero al trono!

—Lo era, pero alguien mucho mejor que yo ha tomado el cargo incluso antes de que pisara la ciudad.

—Nadie podría gobernar mejor que tú y lo sabes.

—En eso te equivocas, Ismael tiene la capacidad suficiente, porque es nuestro pequeño retoño. Es el hijo de un ángel y un demonio y eso lo hace único.

Por un momento me quedé de piedra. Mi pequeño Ismael.

— ¿Él está...?

—Sí, cariño, está vivo.

—Creí que Él lo había asesinado.

—Mis sirvientes lo llevaron conmigo y me encargué de que nadie lo lastimara. Años más tarde, teniendo la edad para tomar el trono decidió salir a la luz, atrayendo las miradas de todos... y cuando se presentó ante Dios, temí por su vida pero luego supe por qué habías elegido su nombre.

—Ismael, al que Dios lo ha oído —recordó las palabras grabadas a fuego en su memoria.

—Él habló con Dios y mi padre para lograr la paz eterna entre los reinos y es la prueba viviente de que todos merecen una segunda oportunidad. Nosotros no podremos volver, pero te aseguro que estaremos juntos hasta el final de los tiempos. Incluso si ya no volvemos a verlo, incluso si nos quedamos atrapados, eso ya no importa.

—Te amo — el castaño explotó en un susurro de lágrimas doradas antes de besarlo y aferrarse a él.

taBe_Flamaeleon