Corría por las oscuras, húmedas y grises calles del reino de Sûenn.
A veces deseaba ser de la realeza, como esa princesita mimada que era Cascabelle en lugar de tener que estar corriendo para poder robar una manzana.
-¡Vuelve aquí!- le gritaba el dueño del puesto de manzanas.
Stery solo seguía corriendo.
Dobló una esquina. Esquivó una mujer. Dobló otra vez. Corrió y corrió. Esquivó un hombre. Saltó. Se aferró de una columna de madera. Estiró el brazo. Volvió a saltar. Y ya estaba encima del tejado de esa casa. Estaba fuera de todo peligro.
-¡Maldita seas, niña!- le gritaba el vendedor, entre jadeo y jadeo, a una gran distancia. Luego, se retiró para seguir con su puesto de manzanas. Aún le quedaban muchas.
Stery finalmente podía devorar su premio.
Abrió su boca para darle un gran bocado, cuando una voz a sus espaldas la asustó.
-Si la comes lento, el hambre tardará más en aparecer.
Se giró para ver quién era.
Era un hombre alrededor de los 20, con cabello celeste opaco y ojos verde oscuro. Tenía una horrible cicatriz en su ojo derecho. Llevaba puesto una camisa negra, unos pantalones marrones y un cinturón en el que tenía dagas de distintos tamaños.
Lo reconocía, pero no podía decir que habían interactuado antes.
Había visto un cartel de "se busca" con su cara en él en una taberna donde la tabernera los acogía a ella y otros niños como ella: sin familia y sin hogar.
Ésneik.
Era el líder de una banda de ladrones y asesinos.
-Eres Ésneik, el líder de una banda criminal. ¿Qué quieres?- le preguntó Stery, sin más rodeos.
-Quiero que te unas a mí.
Hubo un choque de miradas.
-Verás- comenzó Ésneik, apartando la mirada y relajándose, a diferencia de Stery-, quiero que te unas a nuestro grupo criminal "Thunder Spectrum". Ví tus habilidades, tu agilidad... podríamos sacarle provecho a alguien así, y tú también te beneficiarías.
Ella lo seguí mirando desconfiadamente, sin interés en su oferta.
-Algunos beneficios serían: podrías conocer tu verdadero potencial, podrías tener más comida, podrías hacer algunos nuevos amigos, podrías tener un techo sobre tu cabeza,...
Stery aún recordaba cuando tenía 10 años y Ésneik le pidió que se uniera a su grupo. Hace 4 años.
-Stery, ¿estás despierta?- le preguntó Jade.
-Sí, estaba recordando cuando todo esto comenzó.
-Ah, cuando aceptaste unirte a Thunder Spectrum.
-Sí.
Después de todo, Ésneik le había hecho una oferta que, en ese entonces, no podía rechazar. Se alegraba de haberlo hecho.
El problema es que justamente ese año el Elegido Dorado llegó al palacio. Algunos días él estaba de patrulla, y T.S. se aseguraba de no llamar la atención.
Stery estaba mirando el techo, pero luego giró su cabeza para ver a Jade.
Su cabello verde claro estaba, como siempre, recogido en una trenza suelta a un costado de su cabeza, y sus pecas resaltaban esos hermosos ojos negros que tenía, y su piel era del color de la madera del bosque Nuberú, el bosque que estaba al lado del reino.
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El Palacio, los Rebeldes y A'Margia vs. Odium
FantasyEden está entrenando para convertirse en un guardia al servicio del palacio de Sûenn, y su maestro, el Elegido Dorado, es parte de una profecía que predice el regreso de las diosas del Amor y del Odio, y el tiempo ha llegado. El tiempo ha llegado de...