Volver A Amar [Valdangelo]

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El campamento estaba siendo atacado, los monstruos habían buscando la forma de entrar al campamento, los semidioses hacían de todo para proteger el campamento.

Nico incluso había invocado varios esqueletos para luchar, pero eso lo dejaba agotado, sus poderes siempre terminaban consumiendo gran padre de su energía.

-¿Estas bien, Nico? -Will lo sostuvo para que no terminará cayendo.

-Si, tranquilo, tienes que ayudar a los demás campistas -tenía que estar fuerte y no desmoronarse en un momento así.

El hijo de Apolo dudaba en dejar a Nico, pero sabía que el era fuerte y podía cuidarse, tenía que ayudar a los campistas heridos.

Nico sintió un dolor punzante en el pecho, no estaba siendo atacado, pero sentía la muerte demasiado cerca de cierto rubio, tuvo que buscarlo con desespero.

El hijo de Apolo estaba peleando contra un monstruo, el chico sabía defenderse, pero su fuerte no era el campo de batalla, tenia que hacer algo para ayudarlo.

Tomó su espada y corrió hacia aquel monstruo con toda la intención de impedir aquello, no iba a perder a nadie más, sus pasos se detuvieron de golpe.

Había sido muy tarde.

El monstruo había atravesado a Will con una espada, el hijo de Hades sintió un dolor que no sabía como describir, grito de coraje, invocando esqueletos y sintiendo las sombras queriendo apoderarse de él.

-¡Nico, despierta!

Nico abrió los ojos de golpe, encontrándose con unos ojos cafés, Leo...

Luego se dio cuenta de la situación en la que se encontraba su cabaña, estaba repleta de esqueletos y sombras, había usado sus poderes mientras dormía.

-Por un momento pensé que terminaría arrastrado por los esqueletos -Leo soltó un suspiro de alivio.

-Lo siento.

-Hey, no te disculpes ¿tuviste un mal sueño? -pregunto el hijo de Hefesto mientras lo abrazaba.

-Un recuerdo -su voz se quebró al recodar aquella pesadilla.

Una pesadilla que por desgracia era real, una pesadilla que lo atormentaba la mayor parte del tiempo, una pesadilla que nunca lo dejaría en paz.

-Aún me duele, Leo... -sus ojos se llenaron de lágrimas.

-Lo sé, Nico -Leo solamente lo abrazaba, intentando que se calmara aunque sea un poco.

Nico había perdido a muchas personas en su vida, su madre, su hermana mayor, su mejor amigo y a su novio, la sola idea de perder a alguien más le dolía, no quería encariñarse con alguien de nuevo y perderlo.

Pero había dejado que Leo Valdez se acercará a él, lo había dejado entrar a su vida y se sería bien, se sentía bien no estar tan solo y tenía miedo de que algo le pasara, de perderlo como a los demás.

-¿Por qué sigues conmigo? -aquella pregunta había tomado por sorpresa a Leo.

-Porque te quiero y eres de las pocas personas que me entiende -dijo Leo mientras acariciaba las mejillas del chico.

-Todas las personas a las que quiero mueren y no quiero que pase lo mismo contigo, Leo -el hijo de Hades tenía miedo, no podría soportar perder a otra persona, ya había perdido mucho.

-Eso no va pasar, ya vencí a la muerte una vez y no pienso volver a pasar por eso, así que ten por seguro de que nada malo va pasar -el hijo de Hefesto le regalo una sonrisa.

Ese chico siempre sonreía y siempre intentaba animarlo de todas las formas posibles y Nico realmente agradecía eso.

-Gracias por no dejar que me hunda en mi tristeza y por ser tan paciente conmigo -el hijo de Hades se recostó en la cama.

-Bueno, tengo que serlo, no pretendo ocupar el lugar de Will, solo estoy a tu lado para ayudarte de alguna forma -Leo lo abrazo.

Nico estaba tranquilo en los brazos de Leo, el hijo de Hefesto nunca podría ocupar el lugar de su amado Will, pero sin duda se daría la oportunidad de volver a amar.

One shots [Percy Jackson] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora