✧ Capítulo 2. ✧

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Con paso tranquilo Jimin se adentró a su hogar. Todo en el lugar se encontraba en perfecto orden y completamente silencioso.

Incluso podía llegar a pensar que no había nadie en la gigantesca casa en la que vivía, pero, si hacía uso de sus sentidos de lobo omega podía escuchar los suaves paso y movimientos de alguien en la cocina encargándose de preparar la cena.

Jimin en ese momento se sentía lo suficientemente cansando y agotado tanto física como emocionalmente como para ir a la cocina a saludar a Hye, la anciana beta que había trabajado en su hogar desde incluso antes que él naciera encargándose de la limpieza y las comidas.

Con hombros caídos y un pequeño dolor de cabeza que se comenzaba a hacer presente Jimin decidió que lo mejor era ir a su habitación y tomar un buen baño en su tina con agua caliente y tal vez unas burbujas.

Así que decidido se dirigió a las escaleras que lo llevarían al siguiente piso dónde se encontraban las habitaciones de su familia. Caminó arrastrando sus pies y con desánimo, todas las habitaciones a su paso se encontraban vacias, su hogar era un lugar realmente grande para una familia como la suya tan pequeña.

Pero a su padre le gustaban los lugares gigantes y bien cuidados que demostrarán su buena posición económica.

Su pequeña familia estaba compuesta solo por su padre alfa, Park Chanyeol un empresario con una gran cantidad de acciones en distintas empresas y mucho dinero en su cuenta bancaria. Su padre omega, Park Baekyun era un hombre de aspecto hermoso que en su juventud había sido un modelo muy reconocido y aunque ahora seguía dedicándose a lo mismo no lo hacía a tiempo completo ya que le gustaba tener cierta libertad, pero aún así todavía contaba con una gran popularidad en las redes y era deseado por grandes empresas reconocidas. Su hermano mayor era un alfa, Park Namjoon un genio recién graduado con honores de la secundaria y que en un par de días se iría a vivir a Estados Unidos a estudiar abogacía.

Y luego estaba él. Park Jimin.

Un Omega de dieciséis años que recién había comenzado su último año de secundaria, sin ser un buen negociante como su padre alfa, sin poseer una belleza increíble como su padre omega o sin ser un genio como su hermano mayor.

Solo era Park Jimin.

Un adolescente de dieciséis años, que recién comenzaría su último año de secundaria, y que se encontraba jodidamente embarazado.

Jimin suspiró cuando entró a su habitación, todo encontrándose en perfecto orden como siempre ya que cada mañana cuando él se iba Hye se encargaba de arreglar todo.

Dejó su bolso a un lado de su cama y sin mirar nada más se dirigió al baño, era un lugar espacioso así que con calma caminó hasta el espejo de cuerpo completo que se encontraba en la pared.

Miró su reflejo sintiéndose molesto con lo que sus ojos captaban, con enojo comenzó a desvestirse, primero quitando la corbata de su uniforme y después arrancando su camisa, incluso algunos botones volaron y cayeron en el reluciente piso del baño, Jimin también se quitó sus zapatos, sus medias y su pantalón quedando solo en ropa interior.

El omega alzó nuevamente la mirada, el reflejo mostraba su cuerpo casi desnudo y sin cambio alguno, para Jimin su cuerpo lucía como siempre lo había hecho.

No habia nada aún en él que demostrara que se encontraba encinta.

Con el ceño fruncido Jimin avanzó varios pasos hasta abrir la llave de la tina, el agua comenzando a correr inmediatamente, también tomó el jabón para las burbujas y tiró un poco.

Se retiró con medía vuelta para esperar a que terminara de llenarse y caminó ahora hacía la balanza de peso en la que solía averiguar su peso cada cierto tiempo, sin pensarlo mucho se subió.

La aguja primero comenzó a moverse de un lado a otro descontrolada hasta que luego se dirigió hasta el número que marcaba 52.

Aún con ceño fruncido Jimin se bajó, mientras comenzaba a murmurar para si mismo.

—He bajado dos kilogramos. Debe ser por todo los días que tengo vomitando.

Sin nada más que decirse a si mismo y queriendo despejar su mente el omega terminó de quitar su ropa interior, cerró la llave y se metió en la tina.

La cálida agua ayudando para que sus músculos se relajaran inmediatamente, Jimin soltó un suspiro ante lo bien que se sentía encontrarse así.

Quería tener algunos minutos de paz, tal vez unos días... hasta que su vida pasara a convertirse en una verdadera locura.

Aunque aún tenía una pequeña esperanza.

Esos test que se vendían en las farmacias no eran del todo eficaces y aunque él había pedido a la farmacéutica el mejor y de precio mucho más alto sabía que aún existía un pequeño margen de error.

Tal vez todo podía ser solo un mal entendido.

Probablemente sus vomitos y mareos se debían a algo que estaba comiendo y no le estaba haciendo bien a su cuerpo y tal vez la prueba simplemente se había equivocado.

Iría a hacerse una prueba de sangre la cuál Jimin deseaba diera negativo y así todo estaría bien.

Sí, Jimin quería creer que todo iba a estar bien.

Aún así, por acto de su lobo omega sus manos se posaron suavemente en su abdomen y dió una suave caricia.

Jimin sabía que su omega ya se encontraba más que emocionado con la idea de tener una cría, de hecho durante todo este tiempo había estado en completa calma aunque Jimin vomitara y llorara ante sus malestares.

—Aún no es seguro.

Jimin le dijo a su Omega el cuál solo le ignoró. Aunque Jimin deseaba que la prueba de sangre diera negativo en el fondo sabía que eso no pasaría...

Pues su Omega ya le había confirmado varias veces que estaba encinta he incluso ya había creado su lazo con la pequeña cría que estaba creciendo en él.

I Will Wait For You ∆YM∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora