Primera parte.
Un pesado recorrido marcaba su caminata. cada paso se le dificultaba, su silueta era indistinguible dentro de la densa neblina que recubría su alrededor, la misma dificultaba su vista. sus delgados brazos sujetaban débilmente un par de oxidadas y muy desgastadas espadas; ambas siendo arrastradas sobre un suelo tan desgastado como el filo de ambas armas que el cargaba con pesadez.
Caminando hacia un destino desconocido sobre un sendero indefinido el sudor derramaba sobre su rostro. la molestia que todo esto le hacía sentir podía verse fácilmente, su frente se arrugaba con cada gota de sudor que esta derramaba.
- Yo puedo hacer realidad, aquello que anhelas con tan...ta... desesperación - una voz un tanto asquerosa retumbo en todo el espacio vacío.
La extraña frase pasaría sin pena ni gloria para quien caminaba por el sendero y seguiría sin titubear, indiferente hacia las palabras que llegaban a sus oídos.
Aquella grotesca voz no intentaría repetir el mensaje inmediatamente.
La neblina azotaría con ferocidad el cuerpo que la atravesaba y sin la menor muestra de miedo esa persona seguiría adelante, imperturbable ante la ventisca, así se mantenía el individuo que caminaba dentro de esta.
Poco a poco la antes densa neblina revelaba una mirada pasiva pero firme a la vez, un par de iris naranjas tan deslumbrantes como el fulgor de cualquier estrella observaban al frente sin que los parpados que recubrían su entorno cerraran siquiera por un breve instante.
La mirada vaga que contrastaba con tan bellos iris reflejaría dentro de estas a un hombre maduro vistiendo lo que parecía ser una enorme y tosca armadura plateada dirigiéndose de frente por el camino contrario del sendero, su mirada estaba vacía, siendo en apariencia no más que solo un simple cuerpo sin alma moviéndose sin voluntad propia.
La neblina que aún no terminaba de desaparecer rodeaba superficialmente una enorme Acha. está siendo arrastrada por el suelo y mientras que el mango del arma se desmoronaba el enorme brazo del hombre lo presionaba con una fuerza que solo una bestia sin razonamiento podría generar.
la ostentosa arma apunto hacia su oponente y el gigante que la sujetaba de su desgastado mango grito; la onda producto del grito había sido tan poderosa que los restos de la ya casi dispersa neblina que los recubría terminaron por desaparecer. Aun con ese poder sonoro la persona que recorría el sendero se mantuvo firme e imperturbable, como el flujo de un rio en pleno verano. Su mirada cansada y un tanto fría seguía seria y pasiva.
La ausente neblina desvelaba un cuerpo delgado revestido de viejas prendas, una sencilla camisa marrón con resaltantes manchas, una enorme en el pecho y algunas pequeñas gotas de lo que parecía ser sangre. Su torso vestía un pantaloncillo negro, apretado hasta el borde cuyo largo cubría sus piernas en su totalidad.
De su brillante mirar la luz dejaría de iluminar cual faro sumergido en plena oscuridad. el naranja apagado que aguardaba dentro de su penetrante mirada lucia perfectamente con su tersa y morena piel. su rostro; lugar de aquel aperlado cabello e intimidante mirada, era el de un joven hombre quien aún no habría alcanzado la madures y, sin embargo, aun con ese rostro, no podría decirse que era el de alguien inocente; cada facción de la cara denotaba un estilo de vida de batallas tras batallas, demostraba una vida dura e incomprensible, la vida que solo un verdadero guerrero podría haber soportado.
Jadeando y con saliva escurriéndole de la boca hasta el final de su ancha quijada, el hombre cuya altura se acercaba a los dos metros y medio caminaba lentamente sobre el sendero, acortando la distancia entre él y el joven de mirada naranja.
Ninguno de los dos se detuvo, por su parte el joven solo caminaba con esa mirada vacía, como si no esperara nada, la mirada de alguien que lo ha conseguido todo; mientras que el robusto hombre del hacha comenzaría a correr.
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DIOSES DE OTRO MUNDO
General Fictionseis vidas, cada una con una personalidad mas distante que la otra; serán forzadas a coexistir en un mundo que no es el suyo, un mundo en donde lo falso es lo real. Zero: el lugar en donde lo imposible se hace posible. Dios, como se hace llamar la e...