She's mine-Cameron Dallas

Capítulo 26

Cameron se acercó a mi y me dejó un beso cerca de la comisura de los labios.Me sonrió tiernamente, apuesto que mis mejillas ya estaban rosadas.

-por supuesto profesor-dirigió su mirada a la del profesor y yo casi muero.

-¿es en serio?-miré a Cameron.

-¿podemos hablar luego?-ignoró mi pregunta pero lo tomé como un sí ya que le entregó el trabajo al profesor, luego se acercó hacia a mí-necesito pedirte disculpas en serio-miró mis labios.

-no lo sé-lo aparté-pero me alegro que hayas hecho el dibujo.

Porque de hecho me había pedido que lo hiciera yo.

Esbozó una hermosa sonrisa.

Bueno, quitenle el adjetivo.

-lo hice por ti, no por mi-se encogió de hombros y sonrei-de nada-me guiñó el ojo.

-Rose ¿puedes pasar al pizarrón a escribir la consigna del trabajo de hoy?-preguntó Dylan mirándonos desde su escritorio con el ceño fruncido.

Asentí y pase hacia adelante.

Narra Cameron.

Hoy Rose estaba más hermosa de lo normal. Se levantó para dirigirse al pizarrón y no pude evitar mirarle el trasero.

-hey-me habló Nash-la asesinaras con la mirada.

Sonreí de lado pero enseguida se borró la media sonrisa.
El idiota de Dylan también se dedicó a observarla sin disimulo.

Bufé.

Escribió la consigna y le sonrió al profesor, él no paraba de recorrer el cuerpo de Rose con sus ojos.

-ha disfrutado la vista el cabron-le susurré a Rose una vez que se sentó.

-¿qué dices?-me miró algo confundida frunciendo sus labios rosas.

-te ha mirado todita-la miré yo esta vez.

-ah-sonrió, no pareció importarle.

-tú también-habló Nash.

Ella entornó los ojos y quitó su vista de mí.

-¿qué? -la miré con arrogancia-los ojos estan para mirar.

-eres imposible Dallas-negó con su cabeza mientras comenzaba a hacer la tarea que el cara bonita del profesor había asignado.

-y te quiere follar-agregué luego de unos minutos ella dejó de dibujar pero mantuvo su vista en el papel, luego me fulminó con la mirada.

-¿y tú no?-me respondió con la misma arrogancia con la que yo suelo hablarle.

-claro que sí-me acerqué tanto que creí oir su respiración agitada.

Le robé un beso.

-¿qué haces?-me empujó bruscamente pero estoy seguro que se quedó con ganas de más porque su rostro reflejaba otra cosa.

-te besé, acaso ¿no puedo?-le toqué la pierna mientras volvía a acercarme.

-¡no!-me empujó suavemente de nuevo sin quitar la vista de mis labios.

-¿por qué te haces rogar?-solté sin querer.

-¿por qué me buscas a mí?-murmuró continuando el dibujo.

-porque me interesas-besé su mejilla y ella cerró sus párpados-y porque sé que te intereso.

Ella me miró unos segundos y suspiró.

Volvió su mirada al trabajo y me quedé mirandola, contemplandola, admirando su belleza.

-eres hermosa-peleó por no dejar escapar una sonrisa y continuó con la vista en la hoja.