Plátano, cobardía y engaño.

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¡Sábado, por fin sábado! He dormido hasta la una. He soñado que encontaba mi amor verdadero.

- ¡Voy a pedir una pizza para comer! - rápidamente cojo el teléfono y llamo a la pizzeria.

- ¿Qué quiere? - dice una voz nasal.

- Una pizza cuatro quesos, por favor...

- ¿Calle? 

- Avenida Gracia Nº 62, 5-1ª.

- Si no llegamos en cinco minutos, le sale gratis. 

- Va... - me había colgado.

Cinco minutos más tarde un chico muy mono se presentó con uniforme en la puerta de mi casa. Le abrí. 

En ese preciso instante noté que me estaba enamorando... Nos quedamos mirando durante medio minuto a los ojos.

- E... E... Esta es tu pizza, ¿no?

- S... Sí...

- Déjame mirarte bien antes de que la luz de tus ojos me derrita...

- Lo siento, tío, no me van los piropos.

- Pues parece que te estás poniendo colorada...

- Eso porque hace frío y dejas que el aire entre. 

- Lo siento, son tres euros. Ya me voy...

- ¡¡¡ NO, QUEDATE !!!

- Vale...

- ¿No habré dicho eso en voz alta, no?

- Eres muy rara, ¿sabes?

Me puse colrada.

- Tranquila, yo también soy bastante raro. Me gusta comerme las ratas de la gasolinera de las afueras de la ciudad. 

- ...

Hubo un silencio en medio de la cocina, hasta se escuchaba a Vainilla roncar. 

- ¡Que es una broma!

- ¿Por qué soy siempre tan inngenua? ¿Sabes? Me gustaría ser un caramelo para disolverme en tu boca...

En ese momento, me pega un morreo y me empotra contra la mesa, pero algo corta el rollo la jarra de agua se cae al suelo encima de Vainilla y se rompe en mil pedazos. 

- ¡Mierda! 

- ¡La tengo que llevar al veteriario!

- Y yo me tengo que ir...

Me apunta su teléfono y se pira rápidamente. Cuando llego es demasiado tarde y Vainilla no responde.

Me siento culpable, no voy a poder parar de pensar en su cara y su pequeño cuerpecito lleno de cristales por mi culpa. No voy a poder dormir en toda la noche.

No he podido dormir bien, todavía recuerdo los gemidos y cómo me miraba inocentemente. 

Mientras tomaba un chocolate caliente decido llamar a... ¡No sé cómo se llamaba el chico de ayer! Era muy guapo, pero se marchó tan rápido... 

- ¡Le voy a encontrar sea como sea!

Cojo el móvil y le llamo con el número que me apuntó. Me saltaba el contestador. 

- Hola, soy Bruno. Ahora no puedo contestar. Llama más tarde por favor. ¡Adiós!

Ya sé una cosa más, se llama Bruno. Cojo el bolso y salgo de casa. Me dirijo a la pizzeria. Cojo dos buses y me bajo en la tercera parada. Entro por la puerta y pregunto por el personal.

- Perdone, me llamo Irene. ¿Aquí trabaja alguien llamado Bruno? Es alto, rubio y el pelo lacio, ojos verdes y se le marca el mentón...

- No. Lo siento si no encontrasten lo que buscabas.- me contestó la cajera.

Salgo por la puerta deprimida. " No puede ser, tenía el uniforme y me entregó un pizza..." Voy al parque natural a reflexionar. "Me besó en la boca..."

Camino por la calle para llegar a la parada de bus cuando veo a Bruno besándose con otra chica en un callejón.

- ¡Eh, chaval!

- ¡Mierda!- y sale corriendo. Le corto la salida. 

- ¿Qué coño haces besándote con otra?

- ¡Si ni siquiera estoy saliendo contigo!

- ¿Pasa algo Bruni?- dice un chica rubia choni. 

- No... No...

- ¡Sí que pasa! Ayer me besó.

- ¿Es eso cierto cariño?

- ¡No, que no! ¿Y para que has venido?

- Pensaba que querías volverme a ver...

- ¡Pues no... eres más fea que la MIERDA!

- Eso, mi Bruni no dice mentiras. ¿A que no?- dice mientras le besa otra vez.

- ¡Piérdete puta!

Me marcho corriendo y llorando. Mi primer desastre amoroso. Tengo que reconocer que me daban ganas de tocarle el paquete a ese tío... a ese cabrón... que estaba tan bueno... es un cobarde y un falso. 

Llego a casa y hablo con Carla para desahogarme. 

- ¡Yohhh, iiiiiiio,juniden Bruno, boras, ionki... JUZSK!

- ¡Deja de llorar que no te entiendo!

- ¡Juzsk, maymay, kraka decepción ichuniiii!

- ¡Por favor más despacio!

- Snif, snif, snif...

Me seco las lágrimas y le explico lo ocurrido sin juszks, boras y maymays.

- ¡Menudo cabrón, tengo que decirle yo unas palabritas a ese mindongui!

- Da igual, ya no conoceré el amor...

- No pierdas la esperanza zorra. Por cierto, ya tengo los billetes para Brasil.

- ¿De qué hablas?

- ¿No te lo han dicho?

- ¿El qué?

- ¡Que pasado mañana nos piramos a Brasil!

- ¿Por?

- Tenemos que hacer un reportage sobre una tribu aborígena local. ¡Nos pagan 10.500 euros!

- ¡AHHHHHHHH!

- ¿Qué pasa? ¡Parece que te estén violando!

- ¡Es mi nuevo grito de alegría!

- ¡Prepárate tía porque en tres días nos piramos!

- ¡¡¡UEEEEEEEEE!!!

- ¡Te recojo el miércoles a las cinco DE LA MAÑANA!

- ¿Por qué? ¡Demasiado temprano!

Pero ya me había colgado...

- Aaaaay... ¡Pues no tengo tan mala suerte!  ¡Allá vamos Brasil!

Los 6 Sabores del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora