♥︎Capítulo 28: Quiero morir

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— ¿Qué haces aquí?

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— ¿Qué haces aquí?

— Me intoxiqué y me hicieron un lavado de estómago... Estoy mejor

Lleva una bata de hospital, al parecer también está ingresada esta madrugada. Diría que las coincidencias existen pero esto no me parece una coincidencia.

— Eso lo sé —Carlos me lo había confesado— pero ¿Qué haces en mi habitación?

— Necesito hablar contigo

— Escuché la fiesta desde mi casa. Shirley y yo somos vecinos

Asintió, lo sabe  porque ha estado en mi casa varias veces. Al parecer ella asistió a la fiesta con su mafia. En una fiesta nunca pueden faltar drogas. Sonrío con sorna. Ella las vende y al parecer las consume.

— Ah

— ¿Te olvidaste que la droga era para vender y quisiste probarla? — pregunto cínico.

— Iván... Quisiera...yo...

— Vete

— Quiero hablar contigo.... qui-quiero explicarte...

— Vete

Su cuerpo tiembla y se muerde el labio intentando calmar sus nervios, sus manos se mueven y una lágrima corre por su mejilla.

— Todo lo que sucedió...me arrepiento tanto. Me arrepiento muchísimo Iván, yo te quiero, de verdad lo hago — solloza y lágrimas corren por su rostro pero no soy capaz de sentir compasión. Como si aquella capacidad se hubiese bloqueado cuando desperté. Me siento vacío y sin una gota de sentimientos.

— No me interesa lo que tengas que decirme. No creeré tus mentiras

— Por favor...

— Lo hubiese dado todo por ti pero tú solo tenías espacio para el rencor — murmuro

— Lo sé y lo siento...

— Leonor tomé un montón de pastillas para la ansiedad, por tu causa mi hermano piensa que me he intentado suicidar y mi padre quiere internarme en un psiquiátrico. Me rompiste el alma, mis calificaciones bajaron, se ha destrozado mi maltrecho futuro y tú ¿Crees que pidiéndome disculpas lo arreglarás?

— Iván — solloza y se pone de rodillas mientras con sus manos hace un gesto de súplica—por favor no me dejes, no podré soportarlo. Me he dado cuenta de que sí te amo

Esas palabras en vez de sanar, duelen y queman como el fuego.

— Eres igual que toda esa basura con la que estás

— No me digas eso. Me estás matando...Sé que tu amor era sincero y yo de verdad te amo

— Si eso es lo que piensas, hubieses actuado de otra forma.  Solo te importaba lograr tu objetivo, entrar a los indomables y ¡Bravo! ¡Lo lograste!

El Precio de la perfección © ✔︎0.5 (Élite 1) [Cristiana]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora