Capítulo 7: Telegrama

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Un día a las March les llegó un telegrama de que su padre estaba muy enfermo en Washington. Y los Laurence y los Brooke no dudaron en ayudar

De repente todos trabajaban, parecía que estaban zumbando como abejas hasta que John, Jane y Meg tropezaron

-Quisiera escoltar a tu madre-Dijo John-El señor Laurence tiene deberes para mí en Washington y me daría una gran satisfacción servirle a usted ahí-

Meg sin más preámbulos lo beso en la mejilla

-Gracias-Dijo Meg jadeando

-No hay de qué-Dijo Brooke

Meg salió disparada hacia otra habitación

-Tengo deberes en Washington, me encantaría escoltar a tu madre-Dijo Jane imitando a su hermano con voz gangosa

-No empieces torbellino de celos, ahora no, en serio es importante Lady Germain, y tú debes estar ahí viendo que se les ofrece a la March, Jane, ¿Esta bien? -Dijo John

-Sí Lord Cicerón-Dijo Jane

De repente Jo llegó y le entregó dinero su madre, ella le dijo la tía March nunca había sido tan generosa, Jo se quitó el gorro, se había cortado el cabello.

Todos se quedaron estupefactos Las hermanas reclamaron porque había vendido su cabello, John río, Jane se acomodó las gafas redondas y Laurie dio una vuelta en su propio eje. Marmee abrazo a su hija, bueno toda la familia March se abrazó.

-Recen por su padre, todo saldrá bien-Dijo Marmee

Unos días después alguien toco la puerta, Jane abrió, aunque estaba muy ocupada preparando todas las asignaturas de Laurie y ya no solo matemáticas, era Beth.

-Hola señorita Brooke-Dijo Beth

-Hola Beth-Dijo Jane

- ¿Podría entregarle a el Señor Laurence esto? -Preguntó Beth, entregándole un par de zapatos

- ¿Tú los hiciste? -Dijo Jane examinando el par

-Sí, así es-Dijo Beth con miedo a ser criticada de nuevo

-Mi madre también hacía este tipo de cosas, le encantaba bordar-Dijo Jane con nostalgia

- ¿En serio?, espero poder conocerla algún día-Dijo Beth

-No... ella falleció cuando tenía 15-Dijo Jane

-Oh, pues, lo siento mucho-Dijo Beth con pena-Bueno, adiós-Añadió mientras se iba

Jane cerró la puerta y vio los zapatos con nostalgia, y se le vino a la mente un recuerdo de su madre, Jane tenía 13. Ambas estaban sentadas en la sala, su madre estaba bordando unos zapatos

- ¿Para quién son los zapatos? -Preguntó Jane

-Para tu hermano, no ha recibido nada en su cumpleaños-Dijo su madre con su usual tono benevolente

-De seguro le encantaran-Dijo Jane prosiguiendo con sus cuentas y cálculos

- ¿Qué te paso en el ojo? -Preguntó su madre parando su costura y revisando el ojo morado de su hija

-Papá...me ha...golpeado otra vez-Dijo Jane avergonzada

-Si tan solo tuviera el dinero ya te hubiera sacado a ti y a tu hermano de este lugar-Dijo la madre gravemente

-Algún día creceré, y me volveré famosa, una matemática famosa y tendré mucho dinero y viviremos en una casa en la playa, todos excepto papá, él que se pudra-Dijo Jane

-No hables así, querida-Dijo su madre

-Tú nunca te vas a ir, no quiero quedarme sola, y menos con él-Dijo Jane

-No cielo, yo nunca me iré, te protegeré siempre-Dijo su madre cariñosamente

Jane camino hasta el despacho del señor Laurence, y le entregó los zapatos y le dijo que eran de parte de Beth.

Inmediatamente, el viejo Laurence mando a transportar el piano y con ayuda de Laurie le hizo una carta. Al final se lo iba a regalar a ella

-Y pon al final su gran amigo y servidor, James Laurence-Dijo el señor Laurence

- ¿No quedaría mejor, su gran amigo y humilde servidor, James Laurence? -Dijo Laurie

-Sí, tienes razón, escriba lo que dijo Laurie, Señorita Brooke, por favor-Pidió el señor Laurence

Trasladaron el pianoforte hacia la casa de los March, y tan solo 15 minutos después, Beth había llegado a la casa Y le agradeció al Señor Laurence. Después se oyó un grito

- ¡Señorita Brooke! -Exclamó el señor Laurence

Jane dejó de escribir cálculos en el pizarrón por un momento y acudió rápidamente al llamado

-Sí, señor Laurence-Dijo Jane

-Necesito que le llamé a mi médico de cabecera y dile que venga de inmediato por qué es una emergencia, por favor-Dijo el Señor Laurence

-Voy ya mismo-Dijo Jane

Da capo, coda y número (Fanfic  Mujercitas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora