Introducción-La Verdad

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Y hoy,  tras acabar mi tésis y tener los dos doctorados en artes y en psicología, todavía pesan en mi conciencia aquellas palabras del Rector:

-Michael, ha muerto-

Tras esas palabras me quedé helada, no supe cómo reaccionar, aunque, antes tenía 18 años y ahora 22, ya no soy una cría, como hace cuatro años.

Aún hoy recuerdo aquellas palabras que me hacían sentir especial, aquellas notas que encontraba en mi buzón cada viernes y que contenían preciosos haikus.

Ya no tengo la responsabilidad de la universidad, tengo tiempo y ganas para averiguar que le sucedió a Michael, y nadie ni nada en el mundo me lo va a impedir.

Pero hay que empezar por el principio...

Las Cartas PerdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora