Era un día muy lluvioso, el viento soplaba con fuerza y los arboles se mecían al compas del viento. Y en alguna parte de Madrid España, en una cafetería, se encontraba un chico castaño de cabello rizado.
Tomaba un vaso de chocolate caliente mientras escribía en su cuaderno guiones para su siguiente video. Había empezado en YouTube hace unas semanas, y ya tenia mas 3000 suscritores. En el proceso se hizo un gran amigo de algunos youtubers. FLEX, SPARTA, MAYO, RIUS Y ACENIX. Son unas personas muy amables y divertidas, además están atentos y comprometidos en ayudar a miguel.
Miguel recogió su libreta y la metió en su mochila, pago su chocolate, tomo su paraguas para después salir de la cafetería, camino hacia el autobús que estaba algo desierto, saco su teléfono, se puso sus audífonos y espero tranquilamente. Después de algunos segundos llego el autobús, miguel subió y tomo asiento hasta al fondo de el mismo. Tarareaba mientras miraba por la ventana, en el reflejo podía verse sus ojeras de cansancio.
En el trayecto del camino, miguel se quedo dormido llegando hasta donde el bus paro. El chofer noto que miguel esta aun allí y fue a despertarlo.
—Chico, despierta.
—¿Que?, ¿Qué pasa?
—Pasa que el autobús llego a su final del trayecto y aun no te haz bajado.
—¿Me quede dormido? Dios tengo que regresar a casa, gracias señor.
—No hay de que.
Dicho esto miguel bajo a toda prisa, aun llovía así que abrió su paraguas y miro a su alrededor para ver si reconocía el lugar, pero tal fue su sorpresa al ver la espesa niebla que cubría su vista por completo. Estaba algo asustado así que decido sacar su celular para mirar el GPS. tenia poco de pila y estaba empezando a oscurecer así que tenia que darse prisa.
Por suerte su casa estaba a unas 5 cuadras de allí, Empezó a caminar con el celular en mano, después de unos 10 minutos el teléfono pito, era la advertencia que solo tenia 1 de pila, miguel realmente se asusto demasiado y empezó a correr para que poder llegar a tiempo, su casa quedada en dos cuadras pero aun así no podía ver muy bien con la nieva y sus lentes no ayudaban.
El celular se quedo sin batería pero por suerte reconoció las casas de por allí, y antes de llegar a su casa, choco contra una anciana algo desabrida y con mal genio. Realmente no sabia de donde había salido.
—Fíjate chiquillo inútil.
—Disculpe señora no fue mi intención.
—Eres un tonto, tu y todos los hombres. Y no los tolero mas a los de tu estúpida especie. ¡Te maldigo en convertirte el un maldito perro! ¡adoz rofet hogef zolimus watf atdif!.
Después de decir eso la mujer mayor empezó a reír a carcajadas y siguió caminando hasta desaparecer con la niebla. miguel quedo muy confundido y siguió su camino hasta llegar a su casa. Al entrar se quito la mochila, la chaqueta y cerro su paraguas, dejándolos en en la sala para después abrir el refrigerador y ver que solo había algo de leche y un poco de chocolate de barra.
—Vaya, había olvidado que tenia que hacer las compras hoy. Bueno ya será eso para mañana.
Miguel se derrumbo en una silla de su comedor con un vaso con leche y prendió la televisión. estaba cansado pero necesitaba repasar sus guiones para el día de mañana, miro su mochila de reojo y mejor se fue a descansar.
Al día siguiente, miguel despertó a la 7:32 am descansado y de buen humor. Tomo un papel y empezó a escribir cosas de mandado y unas cuantas golosinas. Tomo una ducha tibia y después se cambio unos pantalones negros y un camiseta tinta, se puso sus tenis, tomo sus llaves, cartera, su celular y salió de casa para dirigirse al supermercado.
En el trayecto del camino, cerca del supermercado. Miguel se encontró a acenix, un chico de estatura mediana, piel clara, de cuerpo delgado, ojos verdes y de cabello rubio. Se saludaron y hablaron mientras llegaban al lugar y hacían las compras. Todo eran risas y bromas inocentes. Después de las compras, antes que cada quien se fuera por su camino. Acenix invito a miguel a una gran fiesta esa misma noche.
—La fiesta será en mi casa, abra globos lindas chicas, algo de alcohol y drogas creo que también algo de juegos algo calientes.
—Suena genial, cuenta conmigo.
—Bien, aquí tienes mi dirección y mi numero de teléfono.
Acenix saco un a papel de un gorrito de fiesta y un marcador que había comprado. puso su numero, su dirección y puso unas pequeñas estrellitas dibujadas en la esquina del ya nombrado.
—¿No era mas fácil pasarme tu numero, y yo mandarte un mensaje para que ahí me mandes la dirección?
—A la.... Pues no se me había ocurrido.
—Bueno igual ya te agregue, nos vemos allá.
—Vale llegando me mandas un mensaje para darte mas información sobre la fiesta.
—Esta bien, nos vemos mas al rato.
—Hasta al rato.
Se despidieron y cada quien se fue a su casa, como aun era de día, miguel fue a casa para organizar el mandado y su hogar. El día paso muy lento para el, en 3 horas había terminado todo sus quehaceres, barrer, trapear, lavar ropa, lavar trastes, ordenar su cuarto, su sala y cocina. le dio tiempo de hacer la cena, plantar algunas remolachas y una que otra zanahoria.
Miguel se sentó en la orilla de su cama, miro la hora. 3:30 pm, y le mando un mensaje acenix, quien le contesto de inmediato.