NUDE (Klaus Mikaelson)

Capitulo único

«Te irás al infierno por lo que tu sucia mente está pensando»

"Nude"-Radiohead.

De cuando Klaus piensa sobre toda esta situación.

—"No tiene importancia" —pensó—. "Es sólo una chica rara".

Aquellas palabras, últimamente, se había convertido en el mantra de Klaus. Normalmente, él hubiera finiquitado un tema como este simplemente tomando la sangre de la chica y usando la compulsión para hacer que lo olvidara, o simplemente matarla y hacer que pareciera un accidente.

El problema aquí era que Klaus no podía, principalmente porque de ser así sus planes se irían al traste. Katerina averiguaría para lo que realmente la quería, y dudaba mucho que esta aceptara al ver a su querida hermana con una gran marca de mordida en el pecho (o que simplemente aceptara una muerte sin más).

Pero... ¿Cuándo demonios esa chiquilla se volvió tan importante para él? ¿Cuándo demonios empezó a pensar en ella, luego en ella y solamente en ella más allá de lo que sabría su sangre?

De cuando todo empezó

Klaus miró de nuevo el reloj, impaciente. ¿Cuánto más tiempo iba a tardarse Trevor en traer a la chica Petrova? Había esperado, literalmente, siglos para este encuentro; cuando todo, literalmente (otra vez), empezara. Demonios, si Trevor seguía tardando, él no tendría reparo alguno en matarlo con sus propias manos.

—Cálmate, hermano —comentó el siempre galante (siempre imbécil) de Elijah—. Pronto llegaran. Unos minutos de más no te van a matar, ¿O sí?

Klaus simplemente rodó los ojos, no estaba de humor para responderle a Elijah sin empezar una pelea que, seguramente, iría a terminar a peor. Elijah podía ser un dolor en el culo, si, pero un necesario dolor en el culo... por ahora, claro está.

—Ahí viene —anunció su (desgraciadamente) hermano.

Finalmente, Klaus miró al muchacho, quien se acercó a ellos para llevarlos con la dichosa döppleganger. Pero a aún ahí, Klaus había detectado un problema, y aquel no era en que había llegado asquerosamente tarde con la chica Petrova, no. Es que esta venía acompañada, y sinceramente, otra mocosa a la que matar luego no estaba en sus planes.

Bueno, más comida para el festín.

Sin embargo, casi mata directamente a uno de sus invitados cuando fue Elijah quien se le adelantó. Genial, seguramente el idiota de su hermano se quedaría hablando alguna babosada con ellas que lo retrase aún más (si aquello era posible).

Finalmente, la gente se apartó (bien, podrían vivir un poco más) y finalmente, caminó hacía ellas.

La admiró. Casi sonríe al ver que, efectivamente, aquella muchacha era la viva imagen de Tatia con su pelo castaño largo y rizado con ojos marrones, algo casi imposible de ver en un lugar como Europa. Casi sonrió. Después de todo, la ya posiblemente muerta döppleganger había echado a perder sus planes hace ya mucho tiempo.

(Y Klaus no era un hombre que cometiera el mismo error dos veces)

—Katerina, Anastasiya, permitidme presentaros a mi hermano, Lord Niklaus —le presentó Elijah. Y Klaus sonrió, satisfecho de al menos tener una entrada triunfal.

Notó como la Petrova mayor (tenía que contenerse para no llamarla Tatia), se sonrojó al notar su mirada en ella. Bien, al menos sería fácil si esa chica resultaba otra ilusa enamoradiza como tantas otras.

—Niklaus es el nombre que me dio mi padre —sonrió con la mejor sonrisa galante y a la vez confidente que pudo encontrar—, por favor, llamadme Klaus.