Capítulo 9 "¿y la comida?"

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La verdad después de el tema de conseguir mantas y algo de ropa nos iso pensar a todos de que ya el problema había acabado, y que ya solo había que investigar, pero no fue así. En medio del incomodo silencio, se escucho crujir el estomago de alguien, y nos dimos cuenta de que faltaba lo primordial: La comida. Sin este recurso podíamos morir, y lo de la sala de pastoral no nos servían, eran puros alimentos que necesitaban ser cocinados antes de usar, como fideos, lentejas, porotos, tallarines, etc. Pensamos que quizá podíamos conseguir algo en la cafetería, así que en grupo con unas 3 personas más (La Belén, La Cecilia, La Fran y yo) bajamos cuidadosamente a la cafetería. Ya que estaba en un subterráneo y ya eran casi las 7 de la tarde, estaba algo oscuro, así que nos armamos de valor con una luz que producía la pantalla de uno de nuestros celulares. Al entrar, estaba llenos de papas fritas, salchichas congeladas, algunos tomates, sopas en polvo y muchos alimentos mas, como también había bebida y refrescos. Tomamos todo lo que pudimos, incluso tomamos unas cajas y las llenamos de cosas. Al llegar a la sala nos rodearon todos, pidiendo comida, pedimos que formasen una fila, y entregaríamos de a poco. Y así pudimos no morir de hambre, con una sopa tibia (hay que decir que también “pedimos prestado” el hervidor de agua para las sopas) y una bebida. Hay que agregar que de todas maneras que fue una noche bastante larga, cualquier sonido nos asustaba, y nos quitaba el sueño. Yo creo que en total, cada uno durmió cerca de 3 o 4 horas, nos dormimos a las 11 de la noche, y despertamos cerca de las 7 de la mañana, como si tuviésemos que levantarnos para ir al colegio, que ironía…

El regreso de la Troncha ToroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora