Después de las elecciones presidenciales en Hyakkao la vida del alumnado dio un giro positivo ante las nuevas políticas de la escuela que impartió con firmeza la nueva presidenta del concejo: Saotome Mary.
Las mascotas dejaron de ser denigradas y se les dio la oportunidad de llevar una vida preparatoriana ordinaria, aquellos con plan de vida se vieron libres del incierto destino que les esperaba.
La vida de todos mejoró.
Lástima que esto no aplicó igualmente para la líder de semejante cambio.
Mary y Ririka trabajaron bien juntas, fueron imparables en su camino a la victoria y lograron hacerse con el codiciado premio. Mary no tenía interés en los asuntos familiares de su colega, lo ganado se dividio de manera obvia; Mary la presidencia de la academia, Ririka el lugar de jefe de su clan.
Por supuesto, dos personas no pueden derrocar un sistema sin hacerse notablemente cercanas, por lo que era común ver aún después de las elecciones a las dos chicas pasar el rato lejos de los gambitos de juego. A menudo se las podía encontrar en la cafetería hablando tranquilas o en los jardines mirando el cielo.
Cielo. Mary se sentía en el cielo. Los meses previos a la graduación fueron una experiencia celestial para la rubia, que cada vez se sentía más atraída por la ojiazul. Todo era perfecto entre ellas, Ririka era una dama en todo el sentido de la palabra, quizá aún un poco insegura en los asuntos del clan, pero absolutamente perfecta en todos los estándares que Mary consideraba importantes.
Fue días antes de que Ririka se graduara, específicamente durante una noche de películas en la finca Momobami, que finalmente Ririka realizó la ansiada confesión que Mary había estado esperando.
En la pantalla se estaba reproduciendo Kill Bill, Kirari y Sayaka estaban acurrucadas en el sillón contrario al que ellas ocupaban. Mary yacía casi en el regazo de la heredera, que gustosa tenía envuelta en un abrazo protector a la rubia.
Nada fuera de lo común, se había hecho tradición conforme Ririka seguía invitando a Mary.
Antes de que iniciará la carnicería en pantalla Kirari pauso la película y comenzó a divagar sobre lo entretenido que sería que alguna de las chicas a las que lanzó a un plan de vida la cazara por venganza armada con una katana. Mary respondió irritada que por supuesto alguien eventualmente la perseguiria con algo afilado para matarla. La discusión creció entre tres de las cuatro ocupantes del lugar, Sayaka rápidamente intervino para defender a su novia, su curso de acción fue lanzar palomitas al rostro de la rubia.
Antes de que la discusión escalara, Mary se vio retraída por la gemela mayor.
— Nos despedimos por está noche. Disfruten la película— pronunció Ririka con la voz más convincente que pudo reunir.
En seguida Mary fue empujada hasta los aposentos de la chica, a la distancia logró vislumbrar el rostro engreído de Kirari gesticulando algún tipo de palabras que no logró comprender.
Volviendo a su personalidad tsundere Mary soltó maldiciones en voz baja y arrastró los pies durante el trayecto, llena de ansiedad Ririka le pidió sentarse en la cama mientras se giraba a asegurar la puerta. Después de unos segundos de absoluto silencio la rubia reunió el coraje para mirar a la mayor a los ojos. Las mariposas volaron en su corazón haciendo su pecho sentirse cálido.
Ririka la miraba con tanta ternura y devoción que pese a la vergüenza no fue capaz de apartar la mirada del azul oceánico.
Los labios de Ririka se movieron pronunciando algo. La hipnótica belleza de la joven tenía los sentidos de la rubia centrados en lo fuerte que latía su corazón, lo liviano que se sentía su cuerpo, lo rápido que la sangre pasaba por sus venas y la almacenaba en sus mejillas haciendo que su rostro se enrojeciera.
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Kakegurui para gente perjudicada
Fanfiction¿Te gustan las canciones de gente dolida y las monas chinas que apuestan? ¡Este es el sitio que estabas buscando! Historias felices y tristes, depende de cómo me sienta.