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Cuando jungkook abrió la puerta, Taehyung entró detrás de él cohibido y abrió su boca con sorpresa al ver que el interior de la casa era más ostentoso que el exterior, las paredes de color crema decorada con cuadros de pinturas de artistas que taehyung reconocía, y una gran sala con muebles de cuero negro, junto a aquel gran plasma.

El omega dejó su palma abierta sobre la espalda de su hijo el cual se había dormido de camino a la casa de jungkook, el alfa se ofreció a llevarlo por él pero taehyung se negó a pesar de que su lobo tenía total confianza en el alfa, el lado humano del castaño seguía teniendo un poco de temor.

__bueno, bienvenido a mi hogar__dijo el alfa luego de cerrar la puerta principal, taehyung dió unos pasos y jungkook sonrió al ver al omega mirar el lugar con ojos llenos de sorpresa__vamos, te mostraré la habitación

El alfa se tomó el atrevimiento de tocar su espalda y alentarlo a seguirlo, taehyung alzó un poco su rostro para mirarlo mientras caminaba a su lado, jungkook le sonrió haciendo que el omega apartará su mirada avergonzado.

Jun se removió en los brazos de taehyung y el castaño rápidamente frotó su espalda para que no despertara. subieron las escaleras, doblando hacia un corredor.

__bien aquí es__dijo luego de estar dentro de la habitación, se acercó a la cama de dos plazas para dejar la mochila algo desgastada del omega donde tenía las pocas pertenencias de su cachorro y él__si deseas tomar una ducha, el baño está en esa de ahí__señaló la puerta que se encontraba a un lado de lo que parecía el clóset. Taehyung asintió obediente

Jungkook apretó sus labios, sus manos picaban por acariciar la cabellera del omega y esconderse en su cuello para sentir ese delicioso aroma a miel al que se volvió adicto con rapidez.

__si necesitas algo, estoy en la habitación que está a la derecha justo al lado ¿Tienes algo cómodo para dormir?__preguntó acercándose con cautela al omega, el cual negó ante su pregunta. Cuando lo corrieron del refugio sólo le dió tiempo de tomar la poca ropa de su hijo y algunas prendas suyas, no tenía algo cómodo con lo que dormir,aunque dormía en un callejón__bien, espera aquí voy a traerte una pijama.

Taehyung suspiró, mirando el lugar. Era una habitación amplia, se notaba que nunca había sido usada, tomó asiento en la cama para acostar a su cachorro en ella le quitó sus zapatos para dejarlos a un lado en el suelo de mármol blanco; le quitó el chaleco ya que el lugar tenía calefacción y estaban calentitos.

Alfa es tan bueno

Le habló su lobo con voz dulce.

Taehyung sonrió con levedad mientras acariciaba el cabello de su bebé, su pequeño niño que había pasado por tantas dificultades a sus cortos tres años y sentía que todo era su culpa, sólo esperaba que todo mejorara porque no podía soportar tener a su hijo en esas condiciones.

El alfa lo había salvado de pasar otra noche fría entre cajas de cartón y le inundaba la tristeza de que tendría que irse al día siguiente.

No podemos irnos, alfa nos encontró.

Vante, no podemos quedarnos, éste hombre nunca nos vería cómo su omega.

Por qué siempre tienes que ser pesimista?

Taehyung terminó por ponerle ropa cómoda para dormir a Jun la cuál le estaba quedando algo pequeña y estaba un tanto desgastada.

El señor Jungkook es una buena persona pero se nota que tiene mucho dinero y prestigio, no creo que sea adecuado que se involucre con un Omega pobre y sea de paso, con un cachorro.

Su lobo bajó las orejas sintiendo tristeza, él había sentido el llamado de su alfa, esperaba que la parte humana no los rechazara y aceptara a su cachorrito, porque taehyung y su lobo eligirían mil veces a su bebé

__bueno, tardé un poco porque no conseguía algo que pudiera quedarte, así que disculpa si te queda un poco grande__jungkook entró a la habitación nuevamente y taehyung se dió la vuelta al terminar de acomodar a su hijo en la cama.

El Omega lamió sus labios resecos mirando al alfa y detallandolo mejor, pues desde que se toparon evitaba mirarlo a los ojos.

Era un alfa sin dudas muy atractivo, notó que se había cambiado de ropa y esa camisa dejaba ver uno de sus brazos llenos de tatuajes. Taehyung casi ronronea al sentir el aroma a té verde del alfa esparcirse por la habitación.

__gracias.__ fue lo único que pudo salir de sus labios cuando Jungkook se acercó a dejarle las prendas en sus manos.

Jungkook le sonrió y tiró su vista al cachorro dormido, su lobo estaba sacando su instinto de protección con más fuerza así que se dió la tarea de esparcir sus feromonas en la habitación para marcarlo cómo su territorio, quería que el Omega y el cachorro se sintieran bien.

Taehyung se encogió en su lugar al darse cuenta de ello, pero no debía emocionarse, era sólo la parte primitiva de ese alfa.

__por favor, siéntete con la libertad de llamarme si necesitas cualquier cosa, ¿bueno?__el alfa lo miró a los ojos y juró que casi derrite por esos ojos azules que lo miraban con curiosidad.

Taehyung sólo asintió, sintiéndose ofuscado por todo lo que estaba sintiendo.

__de verdad, le agradezco lo que está haciendo por nosotros, señor Jungkook__dió una reverencia hacia el mayor pero éste rápidamente lo tomó por los hombros para que volviera a su posición recta.

__no hagas eso, no es un problema para mí y no me digas señor, no soy tan viejo.__dijo despreocupado__¿Cuántos años tienes, taehyung?__preguntó bastante interesado, se le había pasado tener esa información

__tengo veintitrés años.__contestó el Omega tratando de dejar pasar que el alfa lo seguía tocando.

__ooohhh, entonces puedes decirme hyung, soy mayor que tú por cuatro años.

__está bien.__taehyung le sonrió y el alfa se tomó el atrevimiento de acariciar su hombro aguantando las ganas de abrazarlo al ver esa sonrisa tan preciosa.

Jungkook se retiró de la habitación, nuevamente recordándole que le avisara si necesitaba algo y deseándole buenas noches.

Taehyung se dió un baño, de verdad estaba impresionado con lo ostentoso que era todo en esa casa.

Cuando se colocó las prendas que le dió el alfa le habían quedado un poco grandes, al menos la camisa caía por sus hombros y al menos podría decir que el pantalón podía quedarse en su lugar gracias al elástico de la cintura.

Llevó la camisa a su nariz y gimió gustoso al oler el té verde en ella.

Se recostó con su niño y lo atrajo hacia él para abrazarlo.

Tenía años sin sentirse tan cómo y seguro, no quería que amaneciera porque sabía que tendría que irse.

good alpha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora