𝐃𝐞𝐩𝐞𝐧𝐝 𝐘𝐨𝐮 | ᴹⁱⁿᵃ ʸ ᵗᵘ

12

MINA POV

"¿Problemas en el paraíso?"

De lo concentrada que estaba viendo las flores del jardín no me había dado cuenta cuando _______ había llegado a mi lado.

"No, yo solo... Estaba pensando" negué al verle a los ojos.

"¿Algo malo? ¿Algo bueno?" Preguntó ella, tomando la regadera que estaba en el suelo para regar las pocas plantas que estaban a su alcance.

"Un poco de ambos" respondí "Me preocupa mucho lo que pueda pasarle al imperio. Sé que Momo puede manejarlo, pero de igual manera no puedo evitar pensar que todo esto está así por mi culpa" suspiré frustrada.

_______ rió por lo bajo, aún seguía regando las plantas.

"Nada de lo que está ocurriendo es tu culpa, Mina" dijo ella "No debes de tomar responsabilidad por los actos que hacen los demás"

Tal vez tenga razón, pero es que simplemente no puedo evitarlo.

"Tu hermana se quedó allá por mi culpa" dije "Momo está allá por mi culpa, y mi familia no puede volver al imperio por qué corren peligro. Que también es mi culpa" dije negativamente.

_______ dejó la regadera en el suelo, para luego acercarse a mi hasta que nuestros rostros quedaron a escasos centímetros de tocarsen.

"Dahyun se quedó allá por qué detesta a los traidores, Momo se quedó allá por qué te ama mucho y te quiere proteger a toda costa. Y tus padres saben la mala situación que es pasando, por eso prefieren mantenersen al margen del problema para que no te den más inconvenientes. Ellos están seguros, Chaeyoung y Jihyo los están cuidando" mientras hablaba sus manos buscaron las mías para entrelazarlas, dando leves caricias circulares con sus dedos "Ni tú ni yo tenemos la culpa de esto. Nosotras solo estábamos buscando la paz, y ni un traidor ni nada nos van a negar el poder tenerla ¿Me entiendes?"

Sus caricias y el tono tan suave y dulce con el qué _______ me habló lograron calmar mis agitados pensamientos.

Así que perdiéndome en la belleza de su rostro asentí bobamente.

"Genial, por qué nunca jamás lograré decir algo así otra vez"

Reí suavemente por lo que dijo.

"Gracias… No sé qué estaría pensando o haciendo sin ti" dije.

En ese momento lleve su mano, la cual seguía entrelazada con la mía hasta mi mejilla. _______ supo inmediatamente lo que yo quería que ella hiciera.

________ lentamente empezó a acariciar mi rostro, delineando el contorno de mi rostro, seguido de mis labios y por último juntando mis lunares trazó una constelación por todo mi rostro.

"Seguirías siendo una gran mujer y pensando cómo toda una líder, Mina. Todo de ti es increíble, y quiero que tú también pienses así de ti. No me gusta ver cómo te menosprecias y te rebajas a la nada" pronto sus dedos apretaron levemente mi mejilla.

El silencio se hizo presente, los sonidos que emitía mi acelerado corazón se lograban escuchar, haciéndome sentir avergonzada. Nuestras miradas estaban conectadas, incluso la tensión se podía sentir en el aire.

Miles de pensamientos nada prácticos inundaban mi mente. De un momento a otro su rostro me pareció la obra de arte más hermosa que se pudo haber creado, sus finos labios pronto se vieron tan apetecibles, tan suaves...

La tentación de tomar su cintura con mis manos fuertemente y estampar sus labios con los míos en un cálido y apasionado beso era mayor que mi racionalidad. La cual estaba a nada de desaparecer.

"¿Ya vas a besarme o lo tengo que hacer yo?" Dijo ella en medio de un suspiro y con los ojos cerrados.

"No me provoques, soy una experta" dije con arrogancia.

En ese momento mi racionalidad dijo adiós.

No hubo necesidad de que _______ lo pidiera una segunda vez ya que por mi propia cuenta tomé su cintura y junté su cuerpo con el mío. Acortando completamente la poca distancia que quedaba entre nuestros labios.

Si pudiera describir la explosión de sabores, aromas y sentimientos que sentí por todo mi cuerpo en cuanto sus labios tocaron los míos moriría loca.

Sus labios danzaban sobre los míos con armonía, con ternura, luego todo eso se convirtió en lujuria cuando en medio de un jadeo introdujo su lengua en mi boca.

¿Yo una experta? Y una mierda.

Su lengua recorriendo toda mi cabidad bucal mientras peleaba con la mía por tomar el control me tenía loca, me estaba deshaciendo en pocos con solo un par de toques.

Mis piernas se estaban debilitando. ¿Que carajo tiene esta chica que me hace enloquecer así?

Preferí no responder y dejar de pensar más. Simplemente dejándome llevar por el momento.

"Eres perfecta, Myoui Mina" dijo ella al separarse de mi, no sin antes morder con pasión mi labio inferior.

"Y tú, Kim ________, me haces sentir especial"

Palacio imperial de Kobe, bahía de Osaka, imperio de Japón.

Estrés, furia y desesperación era lo que se podía sentir en el lugar.

Ningún hombre se atrevía a hablar o si quiera ver al sujeto sentado en la gran silla de cuero que sostenía su cabeza con sus dos manos, pasando ocasionalmente sus manos por su cabello en señal de desesperación.

"Como es posible, que aún con treinta hombres y un equipamiento de armas de último modelo… ¿¡No logran matar a esa maldita estúpida!?" Dijo y golpeó con furia el escritorio con su puño.

"L-lo sentimos… Principe Hanta pero-

"¡Emperador Hanta!" Corrigió el hombre con furia "No quiero escuchar sus patéticas excusas"

Hizo señas a los hombres que custodiaban la entrada para que se llevarán al sujeto que ni siquiera pudo terminar de hablar.

Dios sabrá que es lo que pasará con él.

"Ahora sí… ¿Que carajos pasó? ¿Por qué mierda fallaron?" Preguntó irritado.

"La zorra de Kim estaba en el palacio, no sabemos cómo pero su equipo de seguridad se dió cuenta de que íbamos en camino minutos antes de entrar al radar del palacio. Salieron mucho antes de que si quiera pudiésemos hacer algo" respondió tranquilamente el hombre detrás de él.

Hanta suspiró con fuerza mientras apoyaba su espalda por completo en la silla.

"Intentamos interceptarlos cuando iban de camino al aeropuerto, pero la misión falló. Nos estaban esperando" respondió otro.

"Son unos ineptos" dijo él "Tendré que asesinar a mi estúpida sobrina por mi propia cuenta"

El silencio reinó en la habitación.

"¿Dónde está ella ahora?" Preguntó.

"En el Reino de Corea, con la reina Kim" respondió otro.

"Que maten a esas dos perras, cuando sea emperador invadiremos Corea y asunto arreglado" dijo el con una sonrisa macabra en su rostro "Tsk… Hiciste mal en meter a tu noviecita en esto maldita asquerosa"