CAP 3. ¡A KOHAKU LE DAN MIEDO LOS EXCEEDS!

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Ya habíamos llegado y no quería bajarme del carro, estaba llorando en los brazos de Francois y sentía como el golpe palpitaba y dolía mucho.

-¡Tranquila! ¡Malditos cerdos! ¿Cómo se atreven a golpearte?

-Yo-yo no tenía la culpa, yo no-no sabía -me ahogaba al hablar, estaba atacada y no podía dejar de llorar, la última vez que llore de esa manera fue cuando me encerraron en el agujero por culpa de Garnet.

-Esas manillas además de cubrir "nuestro pecado" significan los votos matrimoniales de ellos.

-¿Votos matrimoniales?

-Sí, al ponerte las pulseras dirá lo que desea contigo y con eso son formalmente un matrimonio, yo ya soy la mujer de Ryusui -No podía pensar en eso, estaba demasiado triste y no quería hablar más.

-¡Ven te tienen que tratar ese ojo!

-No-no quiero entrar, Sen-Senku me cas-cas-tigara.

-¡Fue su culpa por no decirte nada sobre las pulseras! -Francois me estaba acariciando el cabello y me daba ánimos como cuando llegue absolutamente sola a la escuela después de que me separaran de mis papás. Quise cerrar los ojos y luego abrirlos despertando de esa pesadilla, quería retroceder el tiempo y no salir de la casa, en ese momento escuche que abrieron la puerta del carro y vi a Lillian y a Aries viéndome con preocupación, tenían cara de saberlo todo y sabía que me iban a regañar, me escondí más en los brazos de Francois.

-El muchacho se va a enojar demasiado –pronunció la empleada muy bajito y un vacío en mi estómago apareció, ¡me iban a matar!

-Soy Lillian Ishigami, mucho gusto, ¿Me puedes dar a Kohaku?

-Mucho gusto en conocerla soy Francois Nanami. Kohaku tienes que ir con ella -me sentía como una niña esperando el regaño de mis papas y refugiando me en los brazos de una hermana. Dure un minuto en sus brazos y Francois me empujó suavemente diciendo que era hora de que fuera con ella.

-Por favor no sea dura con ella, Kohaku no sabía nada sobre el uso de las pulseras.

-¡No se preocupe señora Nanami fue mi error por no decirle nada al respecto! -Baje del carro y Francois se despidió con una voz que trataba de no quebrarse, mi corazón se despedazó, quería irme con ella y evitar la confrontación que me esperaba en esa casa, Lillian me tomo del antebrazo y me entró a la mansión. Nuevamente las lágrimas aparecieron en mis ojos al recordar esa humillación en público y es que en la escuela jamás me habían golpeado y en el castillo menos, si alguien se atrevía a golpear a la princesa seguramente era declarado a pena de muerte. Atravesamos la puerta y Aries la cerró. Lillian se quedó viéndome por unos cuantos segundos y yo solo esperaba que disparara y me dijera que era una estúpida y una deshonra para la familia Ishigami.

-¡Kohaku! Perdóname por olvidarme de decirte una cosa tan importante -Mi corazón se detuvo ¿Me estaba pidiendo perdón? -Mira cómo te volvieron por un error mío. Tu ojo está demasiado negro.

-No debí haber salido sin su permiso y entiendo que usted me castigué -dije limpiándole las lágrimas de la cara y tratando de controlarme, Senku podía llegar en cualquier momento y tenía que guardar todas mis lágrimas para ese momento, Aries ya me lo había advertido "el muchacho se va a enojar demasiado" esas palabras hacían eco en mi cabeza y solo quería gritar de desesperación.

-¡Tú eres libre de salir a donde quieras a la hora que quieras a menos que Senku no lo quiera! Fue mi culpa, lo siento Kohaku perdóname.

-¡La comida! -recordé que no apague los fogones y salí corriendo a la cocina, estaban apagados, destapé las ollas para verificar su estado y la comida estaba muy bien.

Chosen one - Senhaku AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora