Between love and sex.

4.

Su familia era demasiado frustrante.

-¡MinJi, sírvele de cenar a tu hermano!

Rodó los ojos, otra vez su madre ordenándole tonterías como si su hermano o su padre no pudieran hacerlo por ellos mismos.

-Tranquila, Minnie, yo me puedo servir solo.

Sonrió porque sabía que al menos su hermano no era un idiota como el resto de su familia.

-¿Qué dices, JooHeon? Deja que MinJi te sirva, tú eres un hombre.

JooHeon suspiró molesto por enésima vez en el día, pobre, el simple hecho de vivir en esa casa le producía úlceras.

-¡Ya les he dicho que yo no soy un inútil! Puedo servirme por mí mismo, MinJi no es una empleada y yo no tengo dificultades en hacer cosas básicas.

-¡Basta, JooHeon, ve a tu habitación, es una orden!

MinJi siempre buscaba el bienestar de su hermano y no le gustaba que lo castigaran o que se vaya a dormir sin comer.

-N-no, esperen, JooHeon yo te sirvo, por favor quédate a cenar.

-Lo siento, MinJi, sé que lo haces con buena intención pero yo no soporto a la gente tan cerrada, buenas noches.

Luego simplemente subió las escaleras y el ambiente en el comedor se tensó.

A pesar de lo ocurrido en la noche, al día siguiente sus padres actuaban normal e incluso felices.

-Apurense en desayunar, hoy iremos todos juntos a la iglesia.

No era nada nuevo en su familia, de hecho era bastante común y tanto a MinJi como a JooHeon les gustaba.

-Por cierto, JooHeon, conocí una chica lindísima de la iglesia que está dispuesta a conocerte, es guapa y sabe hacer todo tipo de quehaceres, podrías vivir como un rey a su lad-

JooHeon lo interrumpió riéndose fuertemente y negando con la cabeza.

-No, es que en serio, padre, cada día te vuelves más loco. No voy a tolerar nada como eso.

El rostro del hombre mayor se volvió rojo de la ira y levantó su mano en señal de amenaza.

-¡Eres un malagradecido! Te estoy dando una excelente opción de esposa y me hablas de esa manera, qué falta de respeto.

Luego miró a su madre y la sacudió por los hombros.

-¡¿Es así como educas a tus hijos?!

JooHeon intervino antes del previsto golpe de su padre.

-Suelta a mi mamá y no seas tan poco hombre como para pegarle, Yoonho.

-¡Jooheon, no le faltes el respeto a tu padre! Él solo quiere corregirnos...

-Algún día te darás cuenta, mamá, no debemos normalizar la agresión ni el machismo que este hombre fomenta, con permiso, me adelantaré a la iglesia.

Nuevamente habían peleado, su casa ya no se sentía como un hogar y dudaba que alguna vez se haya sentido así.

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-¡hey, Chang!- Im ChangKyun era un muchacho delgado y bajito que conoció en el coro de la iglesia

-h-hola, hyung.- el menor se sonrojó y le dio una sonrisa pequeñita.

-Siempre que nos vemos te sonrojas de esa manera, es un poco lindo.

-No puedo evitarlo, es que eres muy guapo.