EL CONEJITO QUE ROBO MI CORAZÓN -YIZHAN-

CAPÍTULO 7

°•PROBLEMAS°•

Xiao Zhan miro a Wang Yi Bo, por un momento,  con un tono de vergüenza exclamó:

- ¡Lo siento Didi!

Dejo a Wang  Yi Bo en la habitación,  tomo un poco de aire y normalmente salió para resivir a su esposo, Liu hai-kuan, había ido ala casa para recoger algunas cosas que necesitaba, Xiao Zhan  estaba muy nervioso, pero trataba de actuar lo más normal que podía.

Liu hai-kuan lo miro fijamente y se dio cuenta que Xiao Zhan actuaba extraño,  su tono de voz era nervioso y no dejaba de ver hacia su habitación, eso le comenzaba a molestar, la única forma de saber lo que pasaba era ir hacia la habitación.

-¿Me das un vaso con agua?

- S-si

En lo que Xiao Zhan fue a la cocina, Liu hai-kuan se fue a la habitación,  al abrir la puerta quedo perplejo al mirar que Wang Yi Bo , su peor enemigo estaba allí, se enojó profundamente.

- ¡¿Qué haces aquí, Wang Yi Bo?!

- Bueno, solo déjame decirte que no es lo que parece.

Xiao Zhan salió de la cocina con el vaso con agua que le daría a su esposo, sin embargo, al mirar a Liu hai-kuan en la habitación,  el vaso cayó de sus manos,  rompiéndose al contrastar con el piso , muy nervioso fue directamente a la habitación.

- No...no es lo que parece.

- ¿Qué es lo que no parece? ¿Que tengas a un hombre metido en tu cama?

- Él solo es mi jefe, yo solo lo ayude por que tenía algo de fiebre.

Wang Yi Bo miro a Xiao Zhan con tristeza , todo era su culpa, le acasiono problemas a su conejito, además le dolió  que Xiao Zhan,  solo lo tomara como un simple  jefe, ciertamente lo era, pero él esperaba más... Tal vez esperaba mucho de un hombre casado.

- Sí, así es, yo solo soy un simple jefe, perdón por las molestias, te subiré el sueldo por ayudarme.

Se levantó de la cama y salió de la habitación, camino hacia de la puerta  y se fue a su casa, era un tornado de emociones, estaba triste y enojado con él mismo .

Liu hai-kuan salió de la casa muy enojado, Xiao Zhan se tiró al suelo, las lágrimas comenzaron a correr por su mejillas y su corazón dolía mucho.

Recordó que en la mañana se había levantado muy feliz al mirar que su Didi estaba bien, pero ahora estaba solo, bajo su cabeza  y exclamó:

-¡Que desastre!

Como siempre espero les guste este capítulo,  gracias por leer,  actualizare pronto.