Leyre Hills
Acababa de ganar la liga femenina de fútbol sala y no tenia otra cosa en mente que celebrarlo con mis compañeras. Bueno sí, una llamada importante por parte del entrenador. Mientras me sacaba fotos con el trofeo, empezó a sonar una ligera melodía. De inmediato la reconocí, y fui lo mas rápido que pude a coger mi teléfono para poder responder.
-¿Si? -Pregunté aun sabiendo quien me contestaría por la linea.
-¿Leyre? Te han fichado, ven aquí cuanto antes, están a punto de hacer la foto oficial de la próxima temporada.
En ese momento salte de la alegría que sentí. Se lo comunique a mis compañeras de inmediato y me subí al coche de mi madre, rumbo al pabellón donde me esperaba mi nuevo equipo.
- Estoy super nerviosa mama, esta es mi gran oportunidad de triunfar. Espero que mis compañeras sean agradables...
Tras 15 minutos que se me convirtieron en 1 hora, llegamos por fin al pabellón. Salí rápidamente del coche sin pensar en nada, ni en nadie.
Entré y me quedé boquiabierta. Aquello era increíble. Aquel pabellón, era el comienzo de una nueva historia para mí.
Observe el campo y cruce miradas con un corro de chicas que me estaban esperando. Me gritaron que no perdiese mas tiempo y que fuera con ellas a hacernos la foto.
A simple vista había algunas muy majas, pero había otras que no serian plato de gusto para mí, estaba segura.
Tras hacer la foto, me quedé hablando con una chica muy agradable llamada María. Era muy simpática y sin duda la que mejor me trato de allí. Me dijo que llevaba en el equipo 8 años, pero que siempre había jugado en un equipo mixto, debido a la falta de jugadoras.
Llego el momento de irnos, pero antes que nada decidí pedirle su cuenta de insta para poder seguir hablándole y conociéndole. Nos despedimos con un simple apretón de manos, pensé que era demasiado pronto para darnos un abrazo.
- Pues yo me llevo hablado 2 meses con una tía que se llama Haizea y la verdad que no estoy enamorada pero sí que me mola un poco. - Le dije a María
- ¿Y por qué no intentas algo con ella?
- Ella no me demuestra lo mismo, y no vive aquí, es de Cantabria, y las relaciones a distancia creo que no son lo mío.
- Lo primero, ¿por qué no te demuestra lo mismo?, lo segundo, ¿acaso has tenido alguna para decir que no es lo tuyo?
- Ella no es como nosotras María, no quiere salir del armario por miedo a lo que diga la gente, y yo no le voy a obligar a hacerlo.
- Vale, lo entiendo, pero si le gustan las tías en algún momento tendrá que salir del armario y vivir su vida ¿no?
- Cállate María, sabes que no es así de fácil, recuerda lo que paso cuando tu lo hiciste.
- Ni me lo recuerdes, me pase una semana sacándome el agua del váter de los oídos, pero lo importante es que la gente ya me ha aceptado y me defiende.
- La gente no debería de defender esas mierdas, básicamente porque no hay nada que defender, no estamos matando a nadie por Dios.
- Ya lo sé tía, pero a ver, sigue contándome, ¿qué ha pasado entre vosotras? ¿cómo os conocisteis?
- Pues nos conocimos por insta, es amiga de gente que conozco de allí, sabes que viví en un pueblo de Cantabria cuando era pequeña. Le voté sin querer una encuesta (ya sabes la maldita manía que tiene la gente de poner la votación pegada a la derecha para que votes sin darte cuenta) y de esas, empezamos a hablar y seguimos y seguimos y pues aquí hemos llegado.
- ¿Y qué piensas hacer Leyre?
- ¡Ay María, me agobias con tantas preguntas!
- Respóndeme idiota
- Pues este verano iré de vacaciones allí, no pienso forzar nada, pero si pasa algo no me arrepentiría, la verdad.
- Tú di que sí, con la cabeza bien alta y las piernas bien abiertas.
- ¡MARÍA CÁLLATE! - La grité mientras me partía el culo.
- Queee, sabes que es verdad.
- Puede que lo sea, pero no hace falta que me lo digas ¿estamos?
- A sus ordenes señoría.
- Mira paso de ti, me voy a dormir, mi osito no me vacila tanto como tú
- Ten cuidado con Haizea eh, no mojes mucho la cama
- María
- Dime
- Te odio muchísimo. - Le conteste mientras le colgaba.
Esta chica me sacaba de mis casillas, pero también debía admitir que la tenia cierto cariño, éramos muy parecidas y nos queríamos bastante, y al fin y al cabo el vacile era mutuo, y a mí eso, me ponía muchísimo.
Cabe recalcar que no sentía nada por ella, pero si que teníamos un tonteo, que aunque no llegara a nada mas, nos gustaba a las dos por igual.
Dicho todo esto, me dirigí a la cama con el objetivo de dormir 8 o, quien sabe, quizás 14 horas, tenia los horarios muy descompensados. Lo intenté, os juro que lo intenté, pero no podía dejar de pensar en Haizea y en como seria nuestro encuentro este verano. Nos quedaba 1 mes para vernos, pero decidí no decirle nada, pensé que sería mejor darle una sorpresa, y esperar que se lo tomase bien.
Me fui a dormir pensando si realmente valía la pena ir detrás de una persona que no te aportaba lo mismo que tu le dabas, si realmente el perro iba detrás del hueso o esperaba a que este se posara en su boca para poder disfrutarlo, si realmente Haizea y yo estábamos destinadas a algo más o solo a una conversación de tres noches y dos calentones.
Finalmente, conseguí dormirme, no me acuerdo que soñé aquella noche, pero estoy segura de que ella no apareció por mi imaginación, si no me acordaría.
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Una promesa y mil razones.
RomanceLeyre es una chica sencilla, con ganas de enamorarse, pero quizás no lo haga de la persona adecuada ¿o sí?