La Cultivadora Wei WuXian

Un nuevo seguidor.

El rasgueo de cuerdas de una delicada melodía se escuchó mucho más fuerte, liberando una poderosa ola de energía espiritual que forzó a que tanto los cadáveres y la mano se sometieran bajo el piso impidiendo que puedan moverse.

Los jóvenes de la secta GusuLan vitoreaban alegremente que habían librado la constante batalla. El ver esa mano por fin sometida significo su salvación al haber pasado por esa situación tan complicada que estaba fuera de su disposición.

El joven Mo quien habia estado aturdido desde hace ya mucho tiempo se acurrucaba con sus manos abrazándose así mismo en una esquina. El pensar que hace tan solo unas horas se encontraba a punto de morir de inanición, e incluso estuvo dispuesto a hacer el sacrificio de almas que no tubo resultado porque que su vida no era significante para traer al gran patriarca, hacía que el joven Mo se sintiera intranquilo y triste, pero como si por solo una vez los cielos notaran su presencia, ahora su deseo se habia cumplido, ¿realmente el los mato? Mo XuanYu se cuestionaba pero era imposible, no hasta que vio como la joven llamaba al grupo de cadáveres para atacar a esa mano demoniaca que su mente se aclaró.

Con sus ropas rasgadas y condición en mal estado llamo la atención de unos de los discípulos de la secta Lan quien con algo dudoso se acercó a él. "Maestro Mo, lamento su perdida pero hemos logrado someter a la mano gracias a HanGuang-Jun, solo necesitamos una hora más para asegurarnos de despejar el área y después partiremos".

Mo XuanYu se veía miserable, Lan JinYi espero pacientemente a que diera una respuesta y cuando quería volver a decir algo, el joven Mo lo interrumpió. "¿Fue mi culpa?"

"Joven Maestro Mo, no fue su culpa esto se debió a un ende de un cadáver feroz", respondió el Lan.

"Pe-pero ellos dijeron"

Lan JinYi no tenía el tiempo ni la paciencia, pero ver el estado en el que se encontraba el joven ante él, sintió un poco de compasión. Era más que seguro que no debió pasarla bien, al menos el karma se habia encargado de liberar un poco la carga, esperaba de todo corazón que fuera un nuevo camino para él, y que esos rumores de que estaba loco no fueran del todo cierto. Pero ver al joven que se perdía en sí mismo mientras trataba de entablar una conversación con él lo hacía pensar que tan cuerdo no estaba.

Lan SiZhui quien ya habia terminado de realizar su reporte a HanGuang-Jun vio como JinYi tenía problemas con el tembloroso Mo, así que con una sonrisa en sus labios se acercó y dijo. "Joven Maestro Mo, necesitamos su permiso para revisar la zona por una hora más."

Mo XuanYu asintió con la cabeza, y solo así los dos jóvenes de túnicas blancas se alejaron un poco procediendo a revisar la zona.

Mientras tanto Wei WuXian recorría los pasillos de la mansión Mo, tratando de escabullirse para escapar lo más lejos del grupo de Lan y su inesperado conocido.

Al recorrer unos cuantos pasillos más de viso una leñera y se acercó, pero al acercarse un fuerte olor a sangre le inundo la nariz, sus cinco sentidos se activaron poniéndose en estado de alerta. Entro dudoso solo para encontrar lo que parecía ser la residencia de alguien con pocas pertenencias que no iban de una vieja cama con algo de paja para hacerla un poco más cómoda y una lámpara de aceite. Wei WuXian siguió observando la habitación buscando el origen del olor a sangre, pero lo que encontró hizo que sus ojos se ensancharan. Un conocido círculo de sangre se encontraba en aquella leñera, los trazos eran irregulares pero la matriz formada era inconfundible para él. El sonido de pasos acercándose hizo que Wei WuXian se le erizara la piel, volteándose inmediatamente solo para ver a la baja figura quien permanecía mirándolo fijamente.

Mo XuanYu al ver que los discípulos Lan se quedarían una hora más, salió sin que se dieran cuenta del salón decidido a encontrar a la dama, tenía que aclarar su duda ¿podría ser que en realidad era el?, pero si era así ¿Por qué lo ayudo? Recordando como esa misma dama le habia vendado, el sentimiento de querer ir a buscarla surgió más, pero no esperaba que esta hubiera corrido hasta aquella leñera donde pudo llamar su hogar. Con una gran fuerza de voluntad que el mismo no sabía de donde venía hizo que pronunciara. "¿Eres tú?"