No es una historia bonita, ni fácil de leer, pero hacerme caso, tampoco es fácil de contar. Éramos unos críos a los que nunca escucharon, ni escucharán jamás, ahora solo somos unos críos, que intentan acostumbrarse a la "normalidad" actual, si es que puede llamarse de alguna manera, aunque claro, ¿Qué es realmente la normalidad?, sí lo siento, muy filosófico y muy cliché a la vez. Sé que como en toda historia que empieza sin ningún nombre o sin ningún dato de quien te la está contando, te preguntarás quien soy, te diré que rectifiques antes de poder darte mis datos, porque no es el soy, es el somos, porque no soy solo yo, somos 4 personas, y aunque, si me lo permitís y no os es mucha molestia, solo os narraré yo nuestra historia, no puedo hablaros sobre mí sin mencionarlos a ellos, más concretamente a ellas y a elle. Pero ya hablaremos más delante de ello. Finalmente, y para acabar la introducción que da comienzo a esta historia, me presentó, soy Pablo Díaz Martínez, tengo la suerte de tener el nombre y los apellidos más comunes de todo el país probablemente, pero como ya os imaginareis, nada de lo que os voy a contar a continuación, es común.
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atte: el ingenuo
RandomNunca fuimos normales, incluso yo tenía mi punto especial, pero nos dimos cuenta de que nosotros no éramos los raros, eran los que nos lo recordaban diariamente en aquel infierno de lugar.