Aquella noche de invierno, grité y lloré. Eliminé todos los recuerdos, mensajes, registro de llamadas, todo lo que se relacionara contigo, lo deseche de mi teléfono y de mi vida. Después me di cuenta, esto no era mi culpa, me acuerdo cuándo te lo pregunté y tú también lo negaste. En realidad, considero que nadie tuvo la culpa, todo esto fue una experiencia para ambos, todas esas emociones, sentimientos y los momentos platicando hasta las 5 de la mañana. Cada momento que compartimos, me llevó un aprendizaje. Descubrimos que a veces las perspectivas pueden ser muy diferentes y pueden llegar a separar gente.
Cuando te dije que no quería que te acercaras, recuerdo haber especificado, que no te acercaras de manera romántica, por supuesto que te puedes acercar en forma de amigos, pero eso ya es tu decisión. Yo no me voy a acercar porque me heriste, me mentiste, puedes intentar recuperar mi amistad, pero eso es todo lo que obtendrás. Quizá dentro de un mes, que se cumpla el plazo de 3 meses vuelvas a solicitar mi perdón y tu propuesta de seguir juntos reaparezca, pero mi respuesta ya no va a ser positiva, porque esa chica que conociste ya se fue y ahora estoy en su lugar, mucho más fuerte, más alegre, con más empatía y con el conocimiento de lo que voy a buscar en mi siguiente pareja.
Realmente este escrito, lo hago como una despedida, el tiempo que pasamos juntos fue muy agradable, pero como todo, tiene su fin. Sinceramente te deseo lo mejor y que todo lo que en algún momento viste en mi, lo encuentres en otra persona que te haga aún más feliz.
Sinceramente, la chica de la que estabas enamorado.
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Pensamientos de una chica solitoria
Teen FictionLugar dónde expresó mis experiencias, mis sentimientos, mis ideas entre otros.