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— Este invernadero ha pasado por generaciones y vengo cada semana a ver las plantas nuevas que mi madre sembró —el mayor abría aquel invernadero, entrando posteriormente. Invitó al menor a entrar y este sólo abrió ligeramente los labios, sorprendido.

— E-es hermoso —Seokjin sonrió.

— Todas las parejas de quién toma el trono escogen una nueva flor que sembrar, así que si tú aceptas casarte conmigo podrás sembrar una flor nueva aquí —Yoongi lo miró, con aquellos ojitos gatunos brillando.

Caminaron juntos por aquel lugar, Yoongi observando cada una de las flores ahí sembradas. Sus ojos y rostro denotaban emoción. Jin sólo podía verlo, sonriendo, notando cómo su nariz se arrugaba al ver alguna planta que parecía no reconocer.

Los minutos pasaron con aquel chico de verdes ojos oliendo y acariciando algunas flores. Sintiéndose conmovido con cada una de las especies ahí existentes. El silencio reinaba en aquel lugar, sólo se escuchaba los pasos que los chicos daban.

— ¿Te gustaría ayudarme a regarlas? —preguntó cortando el silencio.

— Con gusto, hyung.

— Ahí están las regaderas —señaló una mesa que se encontraba por la entrada, cerca del menor—. Toma una para ti y alcánzame la otra, por favor.

Obedeció, tomando ambos objetos y caminó hacia el otro extendiéndoselo.

— Gracias —dijo.

Ambos empezaron a regar las plantas y el silencio se volvió a apoderar de la sala. Yoongi sonreía cada vez que regaba una y Jin le dedicaba miradas de vez en cuando, sintiéndose feliz al verlo encajar tan bien en el lugar. Los minutos pasaron en silencio y cuando el de ojos verdes terminó su lado, habló.

— ¿Puedo preguntar algo? —el contrario hizo un sonido dando a entender que lo escuchaba—. ¿Por qué me buscaste a mí?

— Desde que vi a aquellos ojos verdes y gatunos en aquel baile —sonrió—. Sentí que me pertenecías, que eras hecho para mí. Desde aquel entonces no he parado de soñar con tenerte a mi lado.

Caminó un poco para acercarse al otro, con aquella mirada fijada en él.
Tomó sus manos y las entrelazó con las suyas. Se observaron fijamente, el mayor acercándose lentamente al rostro del otro.

Sus narices se rozaron y un leve sonrojo cubrió las mejillas de Yoongi. Sus respiraciones chocaban y el más joven giró su rostro, cortando todo intento de las acciones contrarias. El castaño aclaró su garganta, lamiendo sus labios.

— Bien, deberíamos volver al palacio, ¿no crees? —preguntó, alejándose del otro.

— Sí, eso creo —respondió caminando a su lado.

Caminaron juntos hasta que llegaron a la puerta del lugar, deteniéndose en esta.

— Entonces...

— Hyung, siento un tipo de atracción por ti, pero nos acabamos de conocer —dijo.

— Lo sé —suspiró—. Pero necesito encontrar con quién casarme pronto, no creo que mi padre tenga más paciencia. No quiero que el reino quedé a manos de alguien más.

— Entiendo —mordió su labio—. Te doy un mes.

— ¿Eh?

— Un mes, dónde nos conoceremos mejor, tendremos citas y esas cosas.

Seokjin lo miró con una sonrisa, queriendo adueñarse de sus labios.

— Podría mudarme al palacio durante este mes y vemos como funcionan las cosas durante este tiempo.

Intertwined Kingdoms 𖧷 𝙹𝙸𝙽𝚂𝚄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora