[❧] Cartas [❧]

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[❧] Cartas  [❧]

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El poder de las letras. Lo que logran transmitir simples palabras escritas en un papel, de forma tradicional o digital. Con grandes sentimientos, con palabras cariñosas impresas de amor y elogios; Palabras malditas corroídas por el dolor, por la furia y el odio. Las palabras transmiten tanto en pequeñas frases, desde un simple “te amo” hasta el más hermoso de los poemas.

Es por esto que él, Tamaki Amajiki, atesora tanto las pequeñas cartas de color rosa pálido que le llegan cada dia. Algunas acompañadas de hermosas flores cuyos nombres no conocía, solo sabía que sus aromas y bella apariencia le deslumbraba por completo. Los aromas iban desde el perfume que derrama el alma contraria, hasta las emociones que dejó marcadas en el papel y en las flores cuando las escogió con cariño. Se sentía tan querido cuando las leía, las cartas eran tan cálidas y preciosas que dejaban a su corazón deseoso de volver a palpitar con tanta emoción.

El inicio de todo fue tan surrealista para él, lo recordaba como si hubiera sido ayer y no hace años. Regresaba de la clase de práctica de rescate, por culpa de su timidez y autodesprecio no había logrado calmar a ninguno de los supuestos civiles, en momentos se sentía quedar en blanco, no tenía ideas para sacarlos y no terminar cayendo víctima de sus pensamientos. Le había ido terriblemente mal en la prueba.

Regresaba a su casillero en busca de sus posesiones, pero en cuanto llegó se encontró con que este ya estaba abierto. Temiendo lo peor lo abrió mientras que se cubría con su otro brazo el rostro, no quería caer en alguna broma, ni tampoco quería ver directamente si le robaron sus cosas o le colocaron algo para recordarlo lo malo que fue en la prueba. Pero, contra todo pronóstico no se encontró con ninguna de las cosa que imaginaba, si no con una pequeña carta de color rosa pálido acompañada de una gardenia.

Tomó la carta con algo de miedo, podría estar trucada o podría tener escrito un mensaje de odio o podría ser una nota de su profesor, aunque eso era bastante poco probable por la decoración de esta… Tragó saliva, con manos temblorosas abrió el pequeño sobre de tonos rosados encontrándose con una hoja de papel doblada de forma meticulosa. Sacó la hoja y procedió a desdoblarla para así leer lo que contenía.

La caligrafía estaba bien cuidada, demasiado diría él. La ortografía estaba bien, según sus conocimientos no había muchos errores además de unas cuantas comas y puntos. El papel estaba decorado con un par de dibujos de estrellas hechos con un estilógrafo, algunas estaban algo deformes, pero eran bonitas.

Era una carta de amor.

Lo normal, lo que todos esperan recibir… Esperen, ¡¿Era una carta de amor?! En ese momento sintió que perdía el aliento, el aire se les escapó en una sonora exclamación de sorpresa. Sus mejillas se encendieron de inmediato. Miraba incrédulo aquel trozo de papel y releía una y otra vez las palabras escritas en este; No se lo podía creer, ¿realmente alguien le había escrito una carta de amor?, ¿no era una broma cruel de alguien? Con los nervios a mil fijó su mirada en el final de aquella carta, buscaba la firma, el nombre de quien le escribió tal cosa para comenzar a evitarle cual peste los dos años que le quedaban en la academia. Pero, no encontró nada, ningún nombre, solo un “espero que esto no te moleste”

Después de haber revisado la carta en busca de algo que le indicara de quién era, (y de haber fallado estrepitosamente en esto), se decidió finalmente dejar la carta nuevamente en su casillero. Lo más probable era que esa carta fuera una broma de alguno de sus compañeros, o tal vez solo se confundieron de casillero.