Capítulo único.

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El adorable chico no paraba de llorar, sus pequeños sollozos se escuchaban por todo el lugar, y pequeños suspiros que escapaban de sus labios a causa de que su cansancio después de tanto tiempo llorando era tal en el que su respiración se había vuelto bastante irregular. El mayor que iba pasando por el lugar ni siquiera notó la presencia del muchacho, si no hubiese sido por el llamativo color de cabello del menor no lo hubiera visto, una pequeña sonrisa se formó en su rostro al notar que era él, pero esta desapareció rápidamente al notar que estaba llorando, se dió la vuelta por el arbusto que había en medio y se acercó rápidamente a él. El pelirrojo estaba sentado en el piso, apegando sus piernas a su pecho mientras abrazaba estas con fuerza, escondiendo su hermoso rostro en sus rodillas con un temblor no tan notorio por todo su cuerpo, debido al llanto.

El mayor se arrodilló frente a él y levantó una de sus manos para acariciar el cabello del menor, este mantuvo un rotundo silencio al sentir las caricias, no había notado su presencia. El de cabello azul sonrió levemente por la acción del menor y sin decir nada, llevó sus caricias al cuello del menor y después pasó su mano a su mentón levantando este con cuidado, frunció sus labios al ver el rostro del contrario: estaba casi tan rojo como su cabello, sobretodo sus mejillas y nariz, sus ojos llorosos, su cabello desordenado y un adorable puchero inconsciente en sus labios. El más bajo lo observo un momento y después soltó con cuidado su mentón, tomó una de sus manos para que soltara sus piernas e inconscientemente hizo lo mismo con su otra mano. Bajó sus manos a la cintura ajena y lo acercó rápidamente a él, sentandolo sobre sus piernas y abrazándolo fuertemente.

El pelirrojo correspondió al abrazo algo confundido, apoyando sus manos en el pecho ajeno, después de un tiempo, comenzó a relajarse entre los brazos del mayor, haciendo que una pequeña sonrisa apareciera en sus labios, cerró sus ojos y apoyó su cabeza en el hombro del mayor, sintiéndose totalmente tranquilo. Ese sentimiento no lo tenía muy seguido, últimamente todo lo que le estaba sucediendo lo estaba saturando, a cada momento se sentía peor. Pero ese abrazo lo hizo sentir bien, esa suavidad, esa calidad y ternura que podía sentir, todo eso, lo hizo calmarse, hizo que por un momento, sus problemas desaparecieran, y lo sorprendió que con un simple abrazo, todo pudiera desaparecer.

Varios minutos pasaron, en los que ninguno de los dos se sintió incómodo o aburrido, ambos disfrutaban de la compañía del otro, después de un tiempo se separaron un poco para poder volver a verse, uniendo sus miradas por unos largos y preciados segundos, con una tímidas sonrisas. El más bajo dirigió su mirada al cabello del menor y ordenó un poco este y finalmente y por primera vez desde que se encontraron allí, habló.

— ¿quieres ir por unas hamburguesas, hoseok-ssi? —la sonrisa del menor se ensanchó, ama las hamburguesas pero mucho más que lo llamen por apodos lindos, y ya que el mayor no es muy demostrativo en ese sentido, el hecho de que agregara un "ssi" al final de su oración realmente lo alegró.—

— si, conozco un lugar cerca de aquí en el que las hamburguesas son excelentes, y venden sprite~ —dijo lo último de forma cantarina para después reír un poco y el mayor también lo hizo, no lo admite pero le encanta ver al menor sonreír, reír o solo emocionarse por cosas tan pequeñas.—

— está bien, vamos antes de que se haga muy tarde. —levantó al menor con cuidado y después se levantó él, sus pantalones se habían ensuciado, pero eso no importaba ya. El más alto tomó su mochila y el pálido hizo lo mismo, acomodaron un poco su ropa y salieron del lindo lugar.—

Caminaron lentamente uno al lado del otro sin decir nada, no acostumbran hablar mucho a menos que el pelirrojo insista, pero hay momentos en los que es lindo mantener silencio y solo disfrutar del ambiente, como en las películas, pero sin la música. Este pensamiento hizo sonreír al menor, "cómo en las películas", sentirse como en una película lo hace sentir especial, único en el mundo, conocido y amado, obviamente nada de eso era cierto, al menos en su mente, pero le gusta mucho imaginar.

Lo que él no sabe es que su querido compañero, con el que solo charla porque están en el mismo grupo, si lo ama, lo ama como a nadie, y aunque él no lo note lo cuida mucho y finje que no le agrada solo para que no se metan con él.
Es.. Algo extraño, pero para el mayor las cosas estaban bien así, tampoco se arriesgaría a que el pelirrojo se enterase de sus sentimientos, alguien debe cuidarlo y amarlo, pero él no es esa persona, al menos no aún, por el momento sólo quiere ser su "hermano mayor".
















— Lixx — miércoles, 24 febrero, 2020. — 🦷

El abrazo. - sope. (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora