1. Grito de auxilio

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Oscar abrió sus ojos fatigados, más de lo común de las mañanas de semana, su celular tocaba aquél tono de alarma que lo ha acompañado por más de 1 año, era una canción de una serie que a él le gustaba mucho, ahora la canción le parecía una tortura, lo que antes le provocaba ánimos de seguir adelante ahora solo era un montón de ruido que sacudía sus sueños. Su mano en un torpe intento por apagar aquél sonido infernal bota al suelo su celular, el ruido continua, sus dedos lo intentan encontrar pero es inútil, finalmente se levanta, pero aún así no ve su móvil, se agacha y lo saca de debajo de su cama y por fin lo apaga.

Últimamente Oscar despierta más cansado que de costumbre, ayer no realizó trabajo extra y se dispuso a dormir a una hora prudente después de un vaso de leche, pues había leído que eso era bueno para dormir. Ahora que lo piensa, si debió buscar en internet consejos para conciliar el sueño de una mejor manera, debe ser un problema que ya lleva un tiempo molestándolo. No, no le cuesta quedarse dormido, de hecho eso lo hace fácilmente, es solo que el sueño no es reponedor.

Después de ir al baño a hacer sus necesidades biológicas, lava su cara con agua fría, mira sus ojos en el espejo, no tiene ojeras, pero se siente cansado, su barba está comenzando a salir, piensa en afeitarse, pero se aleja del espejo para ducharse. Enciende su computador y busca un tema en youtube para poder sobrellevar su mañana, tiene la sensación de haber soñado algo, pero todo es difuso, confuso, nunca ha sido bueno para recordar sus sueños y hoy no tiene porque ser la excepción.

Pone el agua a hervir, saca su taza desgastada en donde apenas se puede leer "recuerdo", una cucharada de café, 1 de azúcar y a esperar.

El tema que suena es uno antiguo, de sus canciones que escuchaba hace ya un tiempo, vuelve al pasado por un momento, una voz, es su sueño, alguien lo llamaba, ¿Quién era?, no recuerda un rostro, él estaba en un cuarto similar al que tenía cuando iba a ver a los abuelos, era ya un adulto, miraba por la ventana y escuchaba... no había nadie más ahí, ¿Qué decía aquella voz? ¿acaso era su...

El agua está lista, toma su desayuno mientras escucha la música, intenta recordar más, pero es imposible.

Eran las 7:20 cuando salió de su departamento, las puertas del ascensor se abren y ve una figura masculina, ojos café, pelo negro algo alborotado, la barba creciente, la chaqueta café perfecta para las mañanas de verano, el bolso negro cuelga de uno de sus hombros, sus zapatos son claros, como zapatillas, le gustan. Oscar le sonríe y su reflejo le devuelve la sonrisa, se sube al ascensor vacío y baja lentamente, cientos de pisos, el numero rojo cambia constantemente, es como si envejeciera tal como un humano, al llegar al primer piso la luz brilla débilmente mostrando un "1" rojo, las puertas se abren y no hay reflejo que lo espere.

Luego de tomar el metro hacia el colegio, llega 5 minutos antes como siempre, eso no ha cambiado, nada en su vida diaria ha cambiado desde hace un buen tiempo, él se mueve en la rutina inmutable, lo único que alteraba la cotidianidad de sus días eran sus sueños.

Como es martes le corresponde la primera hora con el curso a su cargo, el 3-C. Entra al salón, los cuerpos jóvenes en uniforme gris hablan alegremente entre ellos, unos se están dando empujones amigables, unas chicas se ríen estrepitosamente, hay unos chicos en sus puestos conversando con otros compañeros, y ella está sentada con la cabeza descansando en el pupitre, ahora es azul, la semana pasada era rosado.

La clase ocurre sin problemas, Oscar habla sobre las técnicas literarias en la narración, como manejar el tiempo, todo aquello de como comenzar una historia, si hacerlo efectivamente por el principio o no. Las figuras grises escuchan atentamente, toman apuntes, nadie realiza preguntas, la multitud uniforme obedece sin cuestionar... no es uniforme, ella destaca, ella altera la gama de colores apagados que debe ser el estudiantado, su cabello azul atrae los ojos del profesor, en el fondo de sus ojos negros se aprecia tristeza, no es una pena de amor, tampoco algo puntual, es como si su alma estuviera triste, el solo hecho de existir es penoso para aquella frágil muchacha.

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⏰ Última actualización: Feb 24, 2021 ⏰

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