Capítulo V: El castigo de Madara.

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Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

Pareja: MadaIno.

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La mañana era particularmente fresca ese día, se sentía algo solitario a decir verdad. Terminaba de desempacar las últimas cajas que le quedaban, ahora se encontraba en su nueva mansión. Aún no comprendía del todo porque dejó su departamento, pensaba que estar en un lugar más grande no le ayudaría a sentirse menos solo, pero sus sobrinos habían prometido visitarlo más seguido, y eso valía la pena. Le gustaba que llegaran y se quedaran a pasar unos días en casa.

Estaba algo exhausto de todo el ajetreo del día anterior, todos sus sobrinos se habían reunido en su mansión para celebrar la llegada de la primavera. A esos desconsiderados no les importó que él siguiera sin terminar del todo su mudanza, tampoco tuvieron la amabilidad de ayudarlo antes de irse al día siguiente. Incluso uno de sus sobrinos seguía dormido en una de las habitaciones. Suspiró con cierto cansancio, no asimilaba que había dormido más de la cuenta debido a la resaca, los chicos de su escuela ya habían terminado el turno matutino, y él probablemente llegaría junto con los del vespertino. Eso no se vería muy bien, siendo que él es el director.

Después del suspiro le siguió una sonrisa al ver una carta que entró por debajo de la puerta principal, desde su llegada, sus vecinos se habían dividido en dos grupos. Por un lado estaban los que eran auténticamente amables, tocaban la puerta, sonreían y le entregaban algún regalo de bienvenida acompañado de unas presentaciones. El segundo grupo lo formaban sus vecinas risueñas, aquellas que lo elogiaban por su aspecto o le preguntaban directamente por su situación sentimental. Afortunadamente para ellas, era soltero.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar algunos gritos, venían del segundo piso, lo cual le pareció extraño. Creía que Itachi seguía dormido. Con un poco de duda en si debería o no subir, Madara Uchiha se dirigió a las escaleras para llegar hasta la habitación donde se quedó Itachi a pasar la noche. Mientras más se acercaba, comprendía que su sobrino, en algún momento, había llevado a una mujer a su recamara para pasar el rato. Le causó gracia descubrir que Itachi no era tan inocente como cría, pero su sonrisa se desvaneció en segundos al escuchar un nuevo grito.

—¡Itachi-sensei!

Detuvo su andar de golpe, Itachi no había llevado a cualquier mujer a su casa, había llevado a una alumna.

Y por su voz, podía imaginar de quién se trataba.

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Al día siguiente llegó a primera hora como siempre, las ventajas de ser el director es que no había quien le dijera algo por sus faltas. Muchos ni siquiera se atrevían a contradecirlo gracias a su semblante severo, que lo acompaña todos los días.

Una mueca se formó en su rostro al ver a Itachi por los pasillos, no concebía que hubiera tenido sexo con una de sus mejores alumnas. Y en su propia casa. ¡Que descaro!

No se molestó en saludarle con el típico "Buenos días", tampoco le dirigió la mirada. Estaba tan molesto y pensativo que no se fijó en que chocaría con alguien hasta que sintió que empujaba a una persona. No entendió en que momento creyó que caminar con los ojos cerrados era una buena idea.

—Lo siento, Madara-sensei— esa voz le hizo abrir los ojos. La chica a la que había tumbado era quien pedía disculpas, que ironía.

—Vamos viejo, deberías tener más cuidado— le reprendió Shisui mientras se agachaba para ayudar a su alumna.

Clases extra con los Uchiha | Naruto Fanfic (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora