El misterio de la gran boca de Monoma

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[...]

— Ay la clase A... Siendo una piedra en el zapato como siempre ...— la boca del chico se extiende en su rostro, mostrando una sonrisa sardónica con todos los dientes blancos expuestos.

Ahí va otra vez. Monoma y su gran bocota.

Ya todos están acostumbrados a los comentarios sarcásticos de Monoma, por lo cual no le prestan la más mínima atención.

Su sonrisa sigue ahí, pero ya no es tan psicótica como lo fue con la clase A. Shinsou observa desde un rincón oscuro, sin dejar pasar el detalle de la lengua rosada del chico lamerse los labios. Neito sabe que Hitoshi lo está observando.

Joder...

La pequeña semilla de la curiosidad se había implantado cuando experimentó por primera vez el enfrentamiento cara a cara con los del A y los del B. Luego, esa misma curiosidad se volvió en una peligrosa fascinación, y después en una obsesión por saber que tanto puede abrir su pequeña boca antes de que se le rompa.

Está bien, en realidad, Monoma tiene un par de cosas bajo la manga que lo impulsó a hacer una "caja fuerte" de "cosas que le gustan de Monoma Neito" que se encuentra refundida en lo más profundo de su corazón. Es cierto, le da puntos extras por su extravagante actitud a la hora de hablar con los de la otra aula (Otra fascinación añadida a su caja especial) Pero la boca... Joder, la maldita boca es el problema. Es como si todo estuviera conectado a ella.

¿Cuál es su necesidad de abrir tan exageradamente la boca?

Literal; incluso cree que podría caberle dos hamburguesas extra grandes ahí sin que se atore. Tal vez con un poco de agua para que no se ahogue en el proceso.

Él podría preguntarle. Ellos se han estado hablando durante un tiempo luego del enfrentamiento entre las aulas. Aunque Monoma era quien normalmente iniciaba la conversación, seguramente no le importará si toma la iniciativa está vez. (Puede ver la cola imaginaria de Neito moviéndose de felicidad)

Además, E incluso se atreve a decir, que tienen un ambiente cómodo, amistoso... y extrañamente sexual.

No es que se esté quejando, pero la mirada insinuante de Monoma no ayuda a esconder lo mucho que lo desea en su cama. (Y en sus brazos)

¿Quizás tomar al toro por los cuernos era lo mejor para esta situación?

¿O tal vez no? Porque ahora mismo algunos alumnos metiches del carajo están viendo con meticulosa atención a donde están sentados. Solo los dos. Uno al lado del otro, lo cual es raro, considerando que tienen toda la mesa libre para sentarse donde quisieran. Por otro lado, no se siente como una equivocación. Después de todo ahí es donde eligió quedarse.

Parece que a Monoma le complace su decisión, porque inmediatamente comienza a arrimarse junto a Shinsou. — Hola, Hitoshi-Kun.—¿Acaso ha ronroneado?

Como se dijo anteriormente, Neito es el que lleva la mayor parte de la conversación. Sin embargo, Shinsou no se queda atrás, y le sigue el paso haciendo solo pequeños ruidos para asegurarle que SÍ lo está escuchando.

Es un poco ridículo de su parte pensar que se ve lindo cuando haba mal de los de la clase A. Si bien Hitoshi se había convertido en un "compañero confiable" para los amigos de Midoriya, esto no quiere decir que no se divierta oyendo y admirando para sí mismo la exuberante belleza de Monoma cuando se burla de ellos con su bonita boca bien abierta en una sonrisa.

Hmm... bonitos labios, dientes blancos, lengua afilada... Sí, bonita boca.

—¿No te duele? — la pregunta sale de la nada, tomando a Monoma por sorpresa, pero siguiéndole la corriente al instante.

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