Ni cenizas.

In-videncia.

<<Stevie, esto se ha vuelto a apagar.>> dijo mientras le pegaba golpecitos con el dedo anular.

<<No, no puede ser; el cable rojo está donde debería estar el estupido cable rojo.>>.  

<<Lo siento tío, eso no debe estar muy bien >>, dijo mientras reía brutalmente.

Estaba harto. De que las cosas fueran tan mal, en fin, apenas lo entendía. Siempre intentaba hacer los entes con aquel real esfuerzo suyo aunque supiera que iba a equivocarse, oportunando intentos de nuevo, creyendo que alguna vez acabaría y la idea planeada sería sumamente sobresaliente. Vamos, no era una persona ambiciosa, ni tampoco afortunada para el que creía en la fortuna. Gritaba a falto de casualidades. Joder.

Eran tiempos donde las cosas iban mal ¿Creeis que todo el globo iba a estar fracansando? Para Stevie el mundo no iba bien, las bombillas nunca encendían y no habían tan siquiera puertas traseras. No os hablo de tiempo atrás. Os hablo de su tiempo estancado. Algo embotellado. Y no habían botellas para eso. Hablemos de lo abstracto. De lo imposible. En fin, rajado. Estaba atiborrado de proyectar nociones mugrientas hacia la nueva generación desintegrada. Muerta. Más que muerta. Quemada y saqueada.

<<¿Por qúe? A mi me gusta>> decía sonriendo. <<Chico, estoy acostumbrado a que arrasen conmigo, creo que hasta esta puñetera basura sería más innovadora que todos ellos. Mira, al menos yo me esforcé y veía como vencía en sueños. Sé que no puedes ver nada, tú eres un muchacho adiestrado al calor de las máquinas: a la hora de abrir el dentrifico para lavarte los dientes, a la hora despegar la solapa de un sobre y a la hora de encender un televisor. No estás vivo, Ricky. Nada. No estás, no eres.>>

Su compañero estaba temblando al contemplar como Stevie jugaba con su cuter haciendo una carniceria con sus brazos.  

<<¿Qqq-u-i-ién?>>

<<¿Aún así no sabes quién?, eres tú el que quiso ponerse una venda en los ojos.>>