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.El cielo comenzó a teñirse de tonos rojizos convinados con anaranjados ante el atardecer. Las pocas personas que aún se encontraban fuera de su hogar en aquel pequeño pueblo solo apresuraban su paso para llegar a sus casas.
Entre aquella gente se encontraba una joven de no más de 20 años de edad, quien caminaba entre las calles tranquilamente mientras sostenía entre sus manos un pequeño Bentō. Aquella joven camino por el lugar hasta que llego al final del pueblo. La separación entre el pueblo y el bosque era un puente donde sobrepasaban un rio cristalino.
Aun paso lento comenzaste a pasar por el puente mientras una ligera sonrisa remarcaba tus labios. Cruzando el puente había una caja de madera la cual tenia algunas telas sucias y mal enrolladas. En aquella caja habian sido abandonados unos pequeños gatitos los cuales habias encontrado cuando ibas de camino a una misión como cazadora.
No pudiste llevártelos, pero les habías dejado una tela que habías comprado al igual que un poco de comida para que pudieran alimentarse mientras esperaban por tu regreso.
— gatitos~,lamento la tardanza-.
La sonrisa desapareció al instante de tus labios al ver aquella caja vacía, donde sólo estaba la tela que habías comprado. Hubo un corto silencio de tu parte mientras mirabas a todos lados con suavidad; tu mirada fue hacia lo profundo del bosque y después hacia el río el cual solo avanzaba con ferocidad.
Tu cuerpo se reincorporo con fuerza mientras mirabas a todas las direcciones en busca de los felinos. El sentimiento de inquietud recorrió tu cuerpo.
Apenas ibas a dar el primer paso cuando captaste el sonido de un bajo maullido proviniente del bosque. Un sentimiento de preocupación recorrió tu cuerpo cuando comenzaste a caminar adentrandote al bosque, mientras tu mano izquierda solo acariciaba la empuñadura de tu katana.
Mientras más avanzabas era mas claro los maullidos de los felinos al igual que, lograste escuchar una suave risa, la risa de un varón.
Entre los arbustos lograste distinguir la figura de un joven chico de larga cabellera. Este se encontraba de cunclillas dandote la espalda por lo cual pudiste acercarte a el sin que este notara tu presencia.
La sonrisa volvió a tu rostro al ver cómo dos de los felinos ronroneaban al igual que jugaban con la mano del chico, mientras el tercero estaba comiendo.
— ah, gracias al cielo que están bien~... — diste un largo suspiro mientras tus manos recaian en el hombro del joven, dejando un poco de tu peso sobre el. — ¡creí que les había pasado algo! Es bueno saber que eso no paso nada malo.
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𝓜𝔂 𝓭𝓻𝓮𝓪𝓶. || Genya Shinazugawa.
Humor𝓜𝔂 𝓭𝓻𝓮𝓪𝓶. Genya Shinazugawa y lectora. _____________________________________ _____________________________________ No esperes amor aquí. Simplemente es una pequeña historia de una pilar que espera morir y un cazador que duda si esta enamorad...