❝𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐔𝐍 𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐈𝐏𝐄❞ ⸻ MXTX [HIATUS]

♕︎ 𝘊𝘰𝘮𝘰 𝘶𝘯 𝘗𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘱𝘦 𝟢𝟣

La pareja recién comprometida, conformada por Wen KeXing y Zhou Zishu, también los mejores generales de lucha para el imperio de Xiāng Xiū, fueron convocados por la emperatriz MoXiang de manera muy disimulada, al palacio imperial.

Ahí, la pareja esperó a la emperatriz misteriosa, apodo ganado gracias a que ella jamás mostraba su rostro. Ella siempre era cubierta por un gran velo de diferentes diseños y colores, de princesa ella nunca salió del palacio, creando rumores de porque esto. Muchos decían que era porque era realmente fea, tanto que le daba vergüenza mostrarse, otros por diferentes marcas incurables en el rostro, pero los de buenas lenguas decían que su belleza era tanta, que al que viera quedaba totalmente hipnotizado por ella. Poco a poco todos empezaron a creer en el último rumor, ya que cuando se hizo emperatriz, su andar, su dulce voz, su encanto, su seguridad y firmeza, ¡Les hicieron ver qué de verdad ella era bella, sin ver su rostro o no!

Era buena tanto como con los ricos y con los pobres por igual, era justa con el criminal y el inocente, escuchaba las plegarias de su gente y era verdaderamente humilde y desinteresada, ¡Ella misma entrenaba a una parte de los soldados que protegían el palacio! Y también decían que cuando era adolescente, era realmente traviesa, alegre e incluso desvergonzada, no había un día en el palacio que estuviera a patas arriba por ella.

Y ser misteriosa... ¡La hacía más bella aún!

La emperatriz MoXiang TongXiu era realmente amada y respetada por todo su pueblo.

La única pena y fealdad en ella, era su corazón roto.

Si, ella era amada, era respetada... Por la mayoría, no faltaban las personas que resaltaban sus errores, aunque sean los más pequeños que cometió durante su mandato. Se veía que ella no le hacía caso, dando lo mejor de sí y tomando la mejor decisión de la situación, pero también era humana, no era perfecta, cometía errores, los susurros de la gente, tal y como un delgado y delicado hilo de la más fina tela, podría ser la daga más afilada cuando se clavaban en su corazón.

Obviamente no iba a darles el lujo de verla llorar, de verla débil, pues era lo que querían, pero cuando el velo negro de las oscuras noches sin estrellas, ni el explendor de cristal de la luna, invadian el palacio, una mujer, un corazón, una humana, lloraba en silencio con la única compañía de su soledad.

La venerada emperatriz hija de los cielos, estaba sola. Ella era la que ayudaba, la que amaba, ¿Y quién la amaba a ella? ¿Quien iba a su ayuda cuando se desmoronaba en su alcoba? ¿Quien vería atraves de su alma rota cuando nisiquiera deja ver su rostro?

Sus padres fallecieron cuando era apenas una niña, el emperador padre murió por el estrés del imperio y la emperatriz madre se suicidó poco después de la muerte del primero, no soportaba un mundo sin su difunto esposo.

No tenía hermanos o hermanas, lo que la dejo sola, en un mar de gente que si no cuidaba su espalda, alguien vendría y la atacaría por detrás, sin ningún amigo ni confidente en quien confíar. Desde la muerte de los anteriores emperadores, todo se volvió una selva en la cual debía sobrevivir, sola. Era agotador siempre estar en guardía.

Un gran imperio, muchos enemigos enmascarados al acecho, una educación y expectativas que cumplir, era demaciada carga para una niña de 15 años en ese entonces.

Y eso hace que una persona que carece de amor, lo busque desesperadamente.

Una sombra empezó a hacerse más grande en el pasillo principal, los dos generales se pusieron en posición para recibir a la emperatriz.

La elegante y delicada figura de la mujer se dejó ver, con un vestido no tan pomposo y sencillo, para alguien de su estatus, entre colores de dorado blanqueasino y rojo, tenía una bella coronilla de oro puro y joyas adornando su cabeza, que también ayudaba a sostener su característico velo delgado, pero no transparente, cuál rojo sangre.