Breath of the Dragon: Lord of the Fallen

Capítulo 3 - Una desicion unánime

El rugido de la guerra se hacía presente con los incontables hombres y demonios luchando en un gigantesco y violento campo de batalla.

El Lord comandaba las tropa de vanguardia las cuales estaban formados por diez miembros de su élite selecta cada uno tan temible como la reputación del mismísimo Lord de los caídos.

A medida que el tiempo pasaba se definió claramente la derrota del reino humano del Este, pero en medio de la batalla ese tipo hizo acto de presencia.

— ****** veo que como siempre eres un ser ruin y despiadado

—...— El lord suspiro levemente mientras que con un grácil movimiento se deshizo de la sangre en su espada. —Siempre tan hablador, mi querido *****—

De ser en otras condiciones ambos hubiesen podido ser muy buenos amigos pero al nacer en bandos tan distintos y en términos tan opuestos, naturalmente aquello era imposible.

Ambos se lanzaron hacia el otro blandiendo sus espadas El lord con una espada negra como la más oscura de las noches y el héroe con una completamente blanca, había nacido en ese mundo para oponerse la una a la otra como sus dueños.

La batalla duró más de cuarenta minutos mientras los más grandes representantes de cada raza se enfrentaban. Los guerreros se habían apartado y cesado de luchar dejando que aquella pelea diese el resultado final de la guerra.

Ambos el héroe y el demonio dieron paso a su técnica final y....

Oscuridad.

>Creo que lo mejor seria resguardar el poder del Lord en el cuerpo de su mejor amigo, eso querría el...<

Segundos más tarde Leonhard despertó  completamente confundido. Si esto era BotD se suponía que la historia no tomaba dicho rumbo, habían muchas incongruencias con lo que él había experimentado en el juego original, después de todo, el heroe y el lord jamas fueron mejores amigos.

Por más que quisiera no podía recordar el rostro del héroe, ni del lord y en ese mundo no existía la fotografía, por lo que debería investigar retratos y libros hasta dar con algo.

-toc toc-

Vaya, ¿ya era hora de comenzar con sus deberes y el entrenamiento? —Adelante— dijo Leonhard mientras se terminaba de poner su pantalón.

Ballam entró a la recámara real y le hizo una grácil reverencia —Mi lord Leonhard, el consejo de los sabios le convocó, debemos ir pronto, ¿sucede algo?— Cuestionó al ver el rostro de su maestro.

>Ballam es muy perceptivo< —N-no, no, todo está bien Ballam, pero me intriga para que me necesitan los sabios.

—Tengo una vaga idea sobre ello, Mi lord, su poder... no está. Eso es un gran peligro para nuestra raza y más si los humanos se enteran de ello.—

—Ya veo, tienes toda la razón. Pero algo me esta empezando a molestar, creo que deberíamos apresurarnos.

—Si mi Lord.

Tras vestirse y comer su desayuno ya se sentía medianamente bien como para preparar a su mente y enfrentar lo que venía.

El consejo de los sabios se había instaurado para regir y controlar la dirección y las acciones de los caídos desde la muerte del Lord, veinticinco años atrás, por lo general no eran buenas noticias si tienes que reunirte con ellos directamente.

Leonhard entró en un gran salón que en antaño era el salón del trono, actualmente ese trono estaba vacío y en frente cinco tronos ubicados como un arco con sus respectivos dueños ocupaban el sitio.