Luz, hermosa y majestuosa, que nos alumbra un magnifico camino certero y con rumbo cierto. Nos llena de energía y nos da vida. Luz, pero es curioso que alguien se llame así o quizá no tanto. Muchas mujeres, se llaman así, pero esta joven en especial...
Luz, una joven muy hermosa, sus ojos negros azulados cuan noche estrellada, era delgada de tez pálida y una estatura promedio en chicas de 17 o 19 años o al menos esa edad es la que aparentaba. Ella suele vivir sola en un pequeño departamento rentado o bien iba a un hotel, viajaba siempre de un país a otro, no necesitaba mucho espacio más que para poder recostarse y dormir. Pasaba la mayor parte de su tiempo fuera
¿Qué haría una chica todo el tiempo libre fuera de casa? Una pregunta con una respuesta difícil de responder. Ella salía a matar. Ella les quitaba su luz prospera para poder tenerla ella. La luz de los demás suma tiempo de vida en ella, y a la vez las vidas terminan llenando la cuota básica para subsistir y terminar el trabajo que le proporcionaba su jefe. Seguro se preguntarán ¿Quién es su jefe? No podría decir con exactitud quien lo era, pero les puedo asegurar de que no era el mejor jefe, ni el más bondadoso que pudiese existir.
Luz trabajaba para "ese" jefe, si el jefe, el malvado de la historia, el innombrable (Y no es Voldemort) el temible, bueno, ustedes entienden.
Desde muy pequeña Luz trabaja para él, ella le llevaba todas las vidas posible y así ella aseguraba su vida y llenaba su cuota. Pero ¿Cómo les quita la vida? Un pequeño beso era suficiente para acabar con la vida de aquellos desafortunados. Por ello todas sus víctimas siempre eran hombres, y no simples hombres, muchos de ellos millonarios o con grande herencias y fortunas.
Quizá es curioso porque siempre escogía ese tipo de hombres, pero es fácil responder a ello. Mientras más reconocida sea una persona en la tierra, mientras más valioso sea entre la sociedad, más luz será el pago por su vida. Es por esa razón por la que Luz escogía esa clase de hombres.
Luz siempre se levantaba temprano para salir y buscar sus víctimas, la cuota sería una luz por cada 15 día es decir, un hombre cada quincena. Para ella ese era el tiempo suficiente para engañar y terminar su trabajo.
Cierto día, uno húmedo por cierto, aún seguía la llovizna de aquella madruga, el día anterior Luz había terminado con una cuota, y tenido la suficiente luz para dárselo al Jefe y mantener parte de eso para ella.
Ella sale de su pequeño departamento siempre con un pequeño bolso, era raro nunca llevaba nada allí dentro, pero decía que eso le hacía ver femenina y eso era suficiente para ella. Se encontraba mirando desde la ventana del autobús que había tomado, decidiendo si bajar o no, pues no tenía su destino claro.
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Se siente vacía, sola, fría, como un punto blanco en la oscuridad.
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