Capitulo 8

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Jungkook estaba recibiendo al ultimo cliente de la panadería. Ya había estado trabajando ahí durante tres días y había estado bien. Vivian la mejor amiga de su madre, le había dicho que le pagaban por semana, y cómo Jungkook necesitaba el dinero, Vivian le dijo que le darían un adelanto pequeño ese mismo viernes. 

Así que Jungkook estaba ansioso por recibir al menos diez dólares. Con eso solo hasta haría una fiesta. 

Jungkook terminó de entregar el pan a la muchacha que tenía delante y fue directo a poner el cartel de "cerrado" cuando un señor apurado le pidió que no cerrara, debía comprar pan para acompañar el guiso de lentejas de ese día. Jungkook accedió porque sería un poco más de dinero en la caja registradora. Lo atendió rápidamente y luego fue a cerrar. 

Vivian salió de detrás del mostrador mientras acomodaba la heladera de los pasteles. Le pidió que contara el dinero y Jungkook así lo hizo. 

Aquella panadería no recibía muchos clientes ya que estaba en la zona baja en donde vivía Jungkook. Aun así, Vivian también se las ingeniaba para vivir, los fines de semana ella trabajaba en una feria artesanal y vendía sus productos, de allí sacaba dinero para pagar la renta de su hogar. 

— Haz hecho un buen trabajo esta semana Kook. — ella le sonrió con alegría. Estaba un poco rellena de sus mejillas pero a Jungkook le pareció adorable — te adelantaré treinta dólares hoy. 

— Gracias, Vivian. 

Eso era más de lo que Jungkook esperaba. 

— Tu sueldo mensual será de ciento cincuenta dólares el mes. Solo espero que entiendas que no puedo darte mucho más... — ella le sonrió con algo de tristeza. 

— ¿110 dólares al mes? — Jungkook estaba que deliraba — Vivian, si lo necesitas págame 70 o 50 dólares... juro que es demasiado para mí. 

Ella le acarició la cabeza con amor, tal como hacia su madre. Bien, Jungkook ya sabía de donde había aprendido el gesto. 

— Tranquilo, puedo permitirme 110 dólares sin problemas. 

— ¡Gracias, gracias! ¡De verdad gracias! — Jungkook hizo una reverencia con la cabeza y agradeció dos o tres veces más. 

— Ten. — ella le entregó su adelanto correspondiente — sigue trabajando así, le gustas a los clientes.

—¿Tú crees?

— Claro, antes había una vieja loca que robó todo mi dinero. La despedí hace dos meses. ¡Ya necesitaba alguien normal! agradezco que tu madre te haya recomendando. 

Jungkook le ofreció una gran sonrisa y luego se colocó su campera para salir afuera, pero Vivian lo detuvo. 

— Ten, lleva unos sándwiches. 

— No hace falta...

— Llévalos de todas maneras, no puedo dejar la mercancía de hoy para mañana. Se ponen secos y saben mal, no pudo venderlos así. — ella le sonrió y le entregó la bolsita — no me gusta ofrecerle a los clientes comida que queda del día anterior. 

Jungkook hizo una reverencia con la cabeza y tomó la bolsita. 

— ¡Gracias otra vez! — y se despidió de ella para volver a su casa. 

Cuando llegó sus padres ya estaban comiendo un estofado. 

— Te guardamos ramen — le comentó su papá cuando lo vio llegar. 

— Gracias... pero Vivian me regaló sándwiches. — y les mostró la bolsa — ¡tengo dinero! Ah... se siente genial. 

Su padre rio con alegría y miró a su esposa. 

— Te dije que sería bueno. 

La madre de Jungkook le sonrió a su hijo. 

— Guárdalos en tu alcancía, no gastes de más... es posible que en un futuro los necesites. 

Jungkook asintió y se sentó a la mesa para comer junto a ellos. 

— Vivian me pagara 110 dólares al mes. — dijo Jungkook cortando el sándwich por la mitad — si quieren puedo darles le mitad para que paguen...

— No hace falta — su padre le dio un codazo amistoso — guarda tu dinero que nosotros nos arreglamos con todo lo demás. 



Good Boy, Bad Liar |TK| ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora