De noche en un páramo devastado por una explosión fuera de una ciudad con calles rotas, pero los edificios perduran en pie como una barrera para proteger una zona de comercios y casas de dos pisos.
Vita-Izu corre con poca fuerza en las piernas, que tiene raspadas por caídas previas, en sus manos lleva su muñeco "Toy" con mucha fuerza temiendo poder perderlo en otra caída, pero su rostro no muestra nada de preocupación a diferencia de su muñeco que mira hacia atrás aterrado a pesar de solo tener dos ojos en forma de espiral en la cara, detrás viene un monstruo, una criatura que gruñe y aplasta las rocas bajo sus pies.
La pequeña se ocultaban perfectamente bajo los escombros, cada vez que veían la sombra alejarse, continuaban corriendo escondiéndose entre las ruinas de los edificios, el enorme perseguidor se vuelve torpe y lento en el accidentado terreno por lo que la pequeña logra refugiarse en un callejón y librarse de el, encogida y callada permanece refugiada en las sombras del callejón logra refugiarse detrás de un edificio, el monstruo casi imperceptible por la oscuridad parece olerla, pero esta cansado también y se escabulle lejos de la zona habitada de la ciudad, la niña de unos ocho años, se queda en silencio sin moverse y temblando de frío o miedo, el muñeco parece suspirar de alivio.
De día en la ciudad detrás de la barrera para proteger la zona de comercios y casas de dos pisos, los establecimientos abiertos.
Se queda dormida y Toy parece imitarla, cuando el Sol los cubre, escuchan el barullo de la ciudad y como unos niños están molestando a alguien y se burlan de él llamándolo huérfano, lo golpean y humillan hasta dejarlo tirado en el lugar donde la niña encontró escondite, lo dejan tirado y herido, pero nada de gravedad, el muñeco de la jovencita lo ve, aunque ella no se ha movido para nada, al notarla Dante habla con ella.
- ¿Cómo te llamas? - Pregunto el niño que se veía de la misma edad que ella, permaneciendo acostado en el suelo como si no le importara lo que le hicieron.
-Me llamo Vita-Izu. - Dijo ella y la encantadora voz que tenía reanimo al niño.
-Mi nombre es Dante, mucho gusto. - El pequeño se levantó cojeando del pie izquierdo y se acercó a ella sonriendo entusiasta y de algún modo feliz de encontrarla.
La clínica de la madre de Dante.
La madre de Dante revisaba a la pequeña, preguntando mientras revisaba sus ojos.
- ¿De dónde vienes?
-No lo sé...
- ¿Tienes padres? ¿Murieron?
-No lo sé...
-mmm...- La doctora dejo la lámpara que llevaba y la recostó en la camilla, tomo al muñeco, pero al notar que Vita-Izu no lo quería dejar, tuvo que pedírselo. –Tienes que dármelo para que te pueda revisar.
-Estoy bien, no necesita hacerlo.
-... Se que esto es difícil, pero deja de tener miedo, no te voy a lastimar. - Dijo la doctora sentándose junto a ella, Dante veía por la puerta, su madre lo noto y el entro, sonrió tomando el muñeco.
-Mi mamá es el medico de esta ciudad, nunca dañaría a nadie. - Dijo Dante sonriendo, pero Vita-Izu no soltó el muñeco, ni dijo nada, por lo que Dante se sintió
Dentro de las ruinas de un cementerio, por la tarde, las tumbas rotas liberan insectos de colores vivos y mariposas blancas que vuelan sobre las plantas que sobrevivieron.
Los tres niños jugaban ahí, Dante con sus dos hermanas adoptivas, Rosana que era muy alegre y le gustaba capturar a las mariposas, pero las apretaba muy fuerte, y se entristecía por dañarlas, Dante le decía que debía atraparlas entre sus manos no agarrarlas porque eran muy frágiles.
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Efecto Mariposa: Wirkung Schmetterling
Short StoryHasta el aleteo de una mariposa, es importante, todo es decisivo en la vida, hasta las cosas que no debieron ser.