Hola, soy a quien conocerás con el sobrenombre de "Peluca Rosa", una loca extremista que busca satisfacer su sed de sangre y muerte ultrajando a quienes son poco humanos, al igual que yo, pero esa es solo una opinión de algunos medios, policías e investigadores que quieren seguirme el rastro. Desearía que fuera para felicitarme por hacer más fácil su trabajo, pero al parecer solo me ven como una amenaza. Aun así tengo varias objeciones ante la crítica, soy una especie de justiciera, o así lo veo yo, soy una policía fuera del marco de la ley, y del registro también.
Para que me conozcas mejor, he tenido una vida cómoda, pero no muy agradable. Mis padres creo que se amaban, por lo menos en sus primeros años de matrimonio, nos dieron a mis hermanos y a mí una vida buena, comida, ropa, juguetes y educación, pero tampoco era de lo más seguro.
Mis recuerdos más vividos de la infancia son de mis victimarios, tenía dos, el primero un niño obeso y pelirrojo que me empujaba en cada oportunidad que tenia, puede que te parezca exagerado recordar eso, pero cuando te empujan desde un resbaladero y tu siguiente recuerdo es en el hospital con un brazo roto y una cicatriz en el cráneo y tu madre llorando al lado de ti empiezas a darle algo de importancia. Mi segundo horror fue un familiar, no sé que era exactamente, si era un primo, quizás un tío, no lo sé, mi subconsciente lo bloqueo totalmente para evitar caer en la locura. Simplemente recuerdo sus abusos, como fingí ser una niña promiscua parte de mi vida para no sentir culpa por lo que me hacía. Agregado a eso tenía un humor nefasto y solía gritarnos histéricamente cuando éramos pequeños.
Después de eso no quedan muchas motivaciones, más que las de salir de casa y así lo hice. Pase todos mis años escolares como la mejor alumna, la mejores calificaciones, la mejor en deportes, puntualidad perfecta y cuando llegue a la universidad no fue distinto, me recibí con honores como licenciada en economía e hice más méritos, tres idiomas, cursos de mercadotecnia digital, habilidades sociales impecables, trabajo en equipo y liderazgo, todo para que mi curriculum fuera irrechazable. Por lo mismo no me costó iniciar mi vida laboral, ganar dinero y comprar un modesto apartamento en una zona linda de la ciudad. Todo fue como lo planeé, hasta que me volvió el odio al cuerpo.
Todo estaba excelente, hasta que al jefe de recursos humanos decidió que con 55 años una esposa y tres hijos aún podía conquistar a una chica que quería hacer su trabajo bien y ya. Nunca le dije nada, intentaba evitar el dirigirle la palabra, solo sentía sus morbosas miradas puestas en mí cada que pasaba cerca de él. Pasó lo que temía, me tocó durante un miércoles a medio día, a la hora del almuerzo entro a la oficina de mi jefe, me llamó como si fuese él, fui y me habló de sus porquerías, que sentía amor por mí, que era lo que él necesitaba una mujer en todo ámbito. En ese momento pensé en su esposa, también es una mujer, te dio tres hijos y se encarga de ellos. Solo lo rechacé diciéndole que me daba asco y se alejara de mí y él se me lanzó encima y me toco, por encima de la ropa, pero lo hizo, lo golpee en la entrepierna y cuando cayó al suelo le aplasté la mano con el tocón mientras se retorcía en el suelo.
Una secretaria vino a ver y miro una escena donde un hombre mayor y de reputación intachable estaba en el suelo y gritando de dolor mientras la asistente del jefe en producción que solo llevaba un año trabajando ahí, le aplastaba la mano mientras secaba sus ojos llorosos.
Todo se comenzó a romper después de eso, puse una denuncia, pero era su palabra contra la mía, termino en ambos disculpándonos y él siendo resignado a un edificio rama de la empresa, con un pequeño aumento y más prestaciones para el hijo de perra, yo me quede donde mismo sin más que solo una estúpida disculpa de parte de la empresa en una carta pretenciosa para que no levantase cargos y las miradas y murmullos de mis compañeros y compañeras de oficina preguntándose quien sería la verdadera víctima, dudando de como fue que conseguí un puesto así en tan poco tiempo y evitándome para todo aquello que no fuese acerca del trabajo, realmente no me importo ser ignorada, ni siquiera buscaba tener amigos ahí, pero el que piensen que él fue la víctima me enfurecía y fue donde las cosas cambiaron para mí. Ya no importaba si me esforcé más que otros, no importaba lo que ya había logrado sola, todo se reducía a ser la mujer que agredió a un hombre de 55 años, todo paso a "Posiblemente cambio el cuerpo por el puesto de trabajo", todo se rompió en mí, volví a ser la niña que lloraba porque algo la hacía sufrir. Fue ahí cuando decidí tener una mejor vía de escape que los rompecabezas o el deporte, volverme quien detuviera lo malo, fue la primera vez que partí de mi hogar con el objetivo de vengarme y no de olvidarme de todo.
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Peluca Rosa, la mancha de una asesina.
Mystery / ThrillerA ella no se le puede describir como una persona normal, las personas normales no suelen cometer crímenes tan elaborados, ni causar pánico entre la gente, pero a las personas a las que dañan tampoco eran normales. Tampoco se la puede describir como...