The Forgotten

6 de junio

~ 196 dias Antes ~

-Chicos hoy es un gran día- dijo Morgan sentandose en el pasto frente a la banca de los demás

-Ah si?, ¿exactamente por qué lo es?- le replicó Cory con la típica sonrisa que le salía cuando veía a Morgan

-El clima es relativamente encantador- 

-¿Lo dices en serio? Es obvio que lloverá- Contestó Mark con un tono preocupado

-Y por eso es encantador- lo retó Morgan

-Bueno, ¿qué obsesión tienes con los días lluviosos y feos?- Preguntó Ashley con los ojos en blanco

-Amm, pues a mi me parecen lindos y un poco romanticos- reprimió Sophia 

-Pues diré que cuando consiga un novio 100% gay, me encantaría besarnos bajo la lluvia- Dijo Luke con un suspiro ahogado

-Da igual, considero que todos los días deberían ser románticos cuando se encuentra a la persona ideal- Ashley volteando a ver a Cory le regaló una sonrisa coqueta

-Deberíamos irnos, las clases comenzarán pronto- Notando la incomodidad del momento Mark salió al rescate

-Justo pensé lo mismo, ya deberíamos irnos- Le siguió Luke

-Y yo te acompaño- Respondió Morgan tomando su mochila del pasto

-Es gracioso, porque siempre hacen lo mismo que el otro- Dijo Ashley mientras los veía

-Somos mejores amigos, supongo que nos queremos mucho, aunque seguro no lo entenderías Ash- Contestó Morgan sonriendo

-Bien chicos, se hace tarde, andando- reprochó Dean para evitar más discusiones

Con clases separadas, la mayoría tomaron rumbos distintos, a excepción de Morgan, Luke y Cory, ya que Morgan y Luke compartían la mayoría de las clases, por algo se hicieron mejores amigos

~Flashback~

-Oye chico, ¿tienes un lápiz que me prestes?- Le dijo una chica a su compañero de al lado

-Quién viene a la escuela sin lápiz- Le contestó el chico, mientras buscaba un lápiz para prestarle 

-Pues yo, me presento, Morgan, Morgan White- contestó la chica de forma burlona 

-Soy Luke Smith- Dijo el chico mientras se centraba en volver a escribir

-Mmm, tienes alguna hoja que me regales?- 

~ Fin del flashback ~

-Buenas tardes chicos, tomen asiento por favor y paso lista- Se dirigió la profesora a sus alumnos sentándose en su escritorio

-Espero que ya casi acabe- Dijo una Morgan un tanto desesperada

-Morgan, cielo, ni siquiera han pasado tu nombre- Contestó Luke en susurro

-Como sea, me quiero largar, avisame cuando termine la clase- Morgan se recargó en su mesa apunto de dormirse

-Hey Morgan, pss- En susurro Cory le estiró una pequeña nota

-Cory, ¿qué es ésto?, no estamos en primaria, ¿por qué no me lo dices y ya?- Dijo una sonriente y Morgan

-Porque así es más divertido- Le contestó riendo

-Eres un tonto- dijo Morgan en forma de susurro para que la profesora no los retara. 
Dicho ésto la chica tomó entre sus manos la pequeña nota “¿ya te dije lo linda que te ves hoy?”.
Al leerlo, la chica no pudo evitar sonrojarse y cubrió sus mejillas con sus manos.

Al concluir la clase, Morgan, Luke y Cory fueron a la cancha, que quedaba a unas cuadras de la escuela, decidieron comprar unos helados para comerlos durante el camino.
Luke y Morgan vivían cerca, tan solo a unas calles, llegando al muelle que tenian que cruzar para llegar a su casa. 
Cory se despidió a medio camino, pues su casa quedaba al otro lado.
 Luke y Morgan siguieron caminando mientras hablaban de temas que surgían al momento

-Vi las notitas que se pasaban ustedes dos durante la clase de literatura- dijo Luke dándole una sonrisa pícara a la chica

-No me mires así, sólo perdíamos el tiempo, esa clase es realmente aburrida e innecesaria- contestó la chica 

-Siendo sincero, harían bonita pareja- dicho ésto, ya se encontraban los dos en la entrada de la casa de Morgan

-Tal vez, aún así, no estoy segura de lo que siento por él- Contestó con media sonrisa

-Lástima que no es gay, si no, definitivamente haríamos la mejor pareja- Sonrió Luke

-No lo dudo- Rió Morgan mientras abría la puerta -Supongo que aquí me quedo-

-Sip, nos vemos mañana cariño- se dió la vuelta para seguir caminando

-Nos vemos mañana- Le contestó Morgan, para despues adentrarse a su casa

*Lo peor de una traición es que no viene de un enemigo, viene de la persona en quien más confías y de quien menos te lo esperas*