Capítulo 22

31.4K 3.9K 8.4K
                                    

      –La biblioteca–

                                 –La biblioteca–

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CLAIRE

–Hola de nuevo, Claire ¿Me extrañaste? –dijo, con una voz que removió todo dentro de mí.

–¿Eres tú? Eres el... –no pude seguir hablando.

–Así es. Soy yo, el oscuro.

Quizás no le temía porque ya lo había visto antes, o tal vez simplemente nuestro parecido era tanto que temerle sería en vano. Una sonrisa se dibujo en su rosto tan peculiar, por ende aproveche para hablar:

−Debes dejarme ir −él seguía envolviendo sus dedos dentro de mi cabellera mientras tanto yo lo miraba acostada sobre su regazo −. Debes volver de donde viniste.

−Sabes que no puedo hacer eso −forzó sus labios dejando salir un leve suspiro.

−¿Por que no? −pregunté, alzando mis cejas.

-Porque tú y yo somos uno −rozo sus dedos por mi rostro −. He nacido de ti y ahora no hay nada que nos separe. Ni las pastillas, ni tus amiguitos, y mucho menos un pueblo de escapatoria podrá separarme de ti.

Me incline hacia delante. Él tenso su mandíbula y se puso de pie rabioso.

−Tal vez eso era antes, pero ya no más −lo empujé e intente correr.

−Ellos no son tus amigos, yo si. ¿O acaso ellos te querrían si se enteran que paso la noche del 2 de abril? −me di la vuelta de inmediato. Él sonrio de lado y se acerco −. Nadie te va a querer si descubren tu pasado, nadie excepto yo.

Negué con la cabeza mientras las lágrimas se deslizaban por mi mejilla. Él estaba frente a mí, ocupando todo el aire que necesitaba para respirar.

−Tú eres solo mía, Claire y así lo sera hasta que acabe contigo −susurró, haciendo que mi cuerpo se pegue a la pared.

−Por favor, vete −sollocé pero ya no había más salida. Estaba condenada a sus garras y así sería hasta el fin de mis días.

−Lo lamento, cariño, pero te condenaste a una oscuridad sin retorno −él rodeó mi cuello con sus manos dejándome sin respirar.

¿Este era mi fin? ¿Así debía acabar?

Escuche una voz lejana que venía acompañada de una luz intensa, y por ende esa voz dijo:

−Esto solo el comienzo, Claire. El comienzo de tu muerte.

De repente sentí como mi cuerpo se movía de manera involuntaria y como mi sistema se llenaba de oxígeno nuevamente. Abrí los ojos y me percate de que todo eso había sido un sueño. Un sueño que había tenido en la clase de historia.

Wonderf  © (sin editar) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora