Capítulo XVII

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Jimin no podía dejar de sonreír mientras se dirigía a su nueva casa

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Jimin no podía dejar de sonreír mientras se dirigía a su nueva casa. Había dejado a Yoongi con las ganas.

Dios, ya tenia ganas de contárselo a los chicos, seguramente lo felicitarían.
No había duda de que el Jimin perverso ya había salido a la luz, bien para el, pero muy mal para el azabache.

Yoongi - baka, será mejor que te vayas preparando, el yo perverso que hay en mi, va a por ti.

Y con esos maravillosos pensamientos, siguió rumbo a su casa.

Jimin se despertó lentamente cuando sintió la luz del sol darle en la cara.
Se fue a desperezar y entonces sintió que había alguien mas metido en la cama pegado a su espalda y por lo que pudo sentir pegado a sus nalgas, ese alguien tenia una enorme salchicha entre las piernas.

Se giro para poder ver al intruso que se había metido en su cama sin ser invitado. No le sorprendió para nada quien era.

—¿ Se puede saber que haces desnudo y metido en mi cama, Hoseok?

El mencionado abrió los ojos y lo miro sonriente.

— Bueno, es que anoche, cuando regresamos, acompañe a los chicos hasta aquí y cuando te vi dormidito y acurrucadito en tu camita, no pude resistir la tentación de meterme en la cama contigo.

— ¿Desnudo?

— Si, quería sentirte plenamente contra mi cuerpo y que mejor manera que en pelotas.

— Lo que me sorprende es que Taehyung y Jungkook no estén aquí también.

— Esos pervertidos querían hacerlo. Siguen con la idea de montarse el trío contigo en la cabeza, pero yo no les deje ¿ Y sabes porque ?

— Estoy temiendo preguntar.

— Porque eres propiedad Min- dijo Hoseok sonriendo ampliamente.

—¿ Y debo sentirme alagado ?

— ¿Que los dos Min mas sexys del universo conocido te quieran follar cada cinco minutos? Por supuesto que si.

Jimin  soltó un gruñido ante tan arrogante comentario y antes de ceder y darle un puñetazo a Hoseok, se levanto de la cama y se dirigió al baño para ducharse. Cuando hubo terminado con la rutina mañanera, volvió a la habitación y se vistió. Se fue a la cocina para tomarse el desayuno, donde sus amigos ya daban cuenta del suyo.

— Buenos días mi Mochi. Me he tomado la libertad de prepararte tu ramen — lo saludo Jungkook efusivamente.

— No se por que, pero hoy me apetece mas una taza de buen café— y sin mas, se sirvió una buena ración en una taza.

PURA PERVERSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora