Cosas Inesperadas

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Volteo hacia atrás y la primera persona que vi fue a una chava con cabello negro como la obscuridad de la noche y con unos ojos radiantes cuál si fueran ¡estrellas!
Por mi mente pasaron varias preguntas, acaso aquella chica ¿Quisiera ser mi amiga? O ¿en entablar una conversación conmigo?
Mas no lo sabía, pasaron unos segundos y con voz algo penosa me preguntó:
-¿Me podrías dar la hora por favor?

+Claro, le respondí
Son las 8:05 AM.

-Muchas gracias, me respondió y después agacho la mirada hacia su libreta, a la cual unos segundos después empezó a escribir en ella.

Me volteé algo decepcionado pensando en que sería mi nueva amiga, más sin embargo creo que me emocioné demasiado, pues apenas había pasado una hora y unos minutos de haber llegado y la comprendí ya que a lo mejor tenía pena al igual que yo.

Me acomode en mi lugar ahora pensando en ¿cómo sería mi próximo maestro?
Al poco rato sonó mi celular, era un mensaje de mi madre el cual decía:

"Hijo te deseo mucho éxito en tu primer día, pon atención, y haz nuevos amigos...
Te quiero♥️"

Al verlo fue una sensación inexplicable,  ¡sentía tan bonito! De ver un mensaje de la única persona a la cual le importaba.

Pasaba el tiempo y no llegaba el maestro y  cada vez el silencio se volvía más incómodo.
Y de la nada entro una maestra la cual era la prefecta avisándonos que el maestro no se iba a presentar.
Así que teníamos tres horas libres, dos horas de clase del maestro desconocido y una de receso.
Muchos aprovecharon para salir del salón e ir al baño o a la cafetería, yo preferiría quedarme un rato más y oír música, pasaron algunos minutos y observé por la ventana una banca desocupada precisamente a unos cuantos metros del salón, decidí salir e ir a sentarme en ella.

Ya estando hay pude sentir los cálidos rayos del sol y el viento helado de la mañana, que sensación tan más bonita, al parece no todo en la prepa era tan malo como me habían dicho.
Deje de escuchar música pues prefería disfrutar la bella mañana unos minutos después alguien se sentó a mi lado, No me lo esperaba y Con voz temerosa me preguntó:

-Hola ¿me puedo sentar a qui?

+por supuesto que sí, Le respondí

-Muchas gracias, contesto

Nos miramos y sonreímos.
Pasaron unos segundos y ya sin voz temerosa me preguntó

-¿Cómo te llamas?

+Armando ¿Y tu?
....

Estrellas PasajerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora