Capítulo 1: Me and my broken heart

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Somos personas en busca de grandes cosas, aventuras y emociones. Experimentar intensidad en cualquier ámbito de la vida nos enseña y nos recuerda de qué somos capaces.

A veces dos corazones rotos necesitan encontrarse y ayudarse a sanar juntos ¿Estás tú dispuesto a luchar por recuperarte después de tocar fondo? Algunos sujetos son tan fugaces como las estrellas. Se hacen un bien, pero saben que es temporal, así solo se disfruta mientras dura, y no se extraña cuando ya no está.

—Uno, dos, tres... —La respiración le costaba, contaba para regularse, otra vez no. Una fina capa de sudor en su piel se hacía visible con ese típico brillo. Cerró los ojos y sus manos las apoyó en la pared. —Piensa... —Recuerdos de su madre fragmentados, su risa al tomarlo de la mano en un día de paseo. El pecho poco a poco dejó de quemar y doler. Dejó de temblar un poco. —cuatro, cinco, seis, siete, ocho... —Inhaló fuertemente y exhaló por su boca lentamente. Estaba pasando un poco el intento de ataque de pánico. Una vez más salió victorioso de no dejar que lo dominara.

Después de recobrar la compostura se sentó en la orilla del sillón para poder asimilar lo que acababa de pasar. Aquel martes frío, donde la temperatura continuaba descendiendo. Había empezado el día un desastre. Lo habían botado del trabajo, aunque en realidad no era algo que le tomó mucho de sorpresa debido al último inconveniente con su jefe. Quien estuvo insinuando tener algún tipo de contacto físico inusual, ese día terminó en una pelea e insultos al viejo de unos 54 años. Recogió sus cosas del escritorio donde permaneció los últimos dos años trabajando con atención al cliente. Soportando los gritos y presiones de su superiores por mejores resultados y a pesar de que se esforzó mucho y destacó tanto tiempo, un altercado sexual acabó con su estabilidad. Luego al llegar a casa una nota en su mesa le llamó la atención, sonrió al ver que era de su pareja, habían pasado la noche juntos, vagas memorias de aquel muchacho fortachón acariciando su piel como si fuera oro lo inundó. Abrió el papel atento a lo que él decía.

"Querido Jaemin, esto probablemente sea lo último que obtengas de mí. Anoche la pasé realmente bien, sin embargo, pequeño hay muchas cosas que me obligan a dejarte sin derecho a réplica. Nunca te conté por temor a que te alejaras, mi verdadero nombre es Kim Taeyong, soy originario de Estados Unidos, pero por malas decisiones terminé en Corea. Mi tiempo acá terminó, soy parte de una mafia, a decir verdad, trabajo más como un sicario ¿alguna vez te preguntaste cómo era que obtenía dinero si casi no me veías ir a trabajar? Fueron los mejores tres meses que he tenido en largo tiempo. Lamento irme así, lamento haberte ocultado la verdad todo este tiempo, y sobre todo lamento herirte como lo estoy haciendo ahorita. Siempre te llevaré en mi recuerdo, pues fuiste una persona muy hermosa conmigo. Se feliz."

Más lágrimas al volver a repasar la nota, el joven no tenía mucho tiempo de haberse mudado a Seúl escapando de su pueblerina rutina que lo iba a consumir entre cosechar y atender la verdulería de su madre. Exactamente desde que se vino de aquel rústico lugar había encontrado trabajo con un amigo que ya tenía unos meses más que él en la gran ciudad, con el tiempo pudo alquilar un monoambiente para él en un barrio no tan violento, pues el alquiler era accesible y su sueldo alcanzaba para su propia manutención. Pero ahora no tendría ni eso ni a la persona que creía amar. Se sentía tan derrotado y acabado que no sabía si seguir o volver a su lugar de nacimiento, la frustración y tristeza lo invadió altamente. Rompió aquella nota, tomó sus llaves y su cartera, guardándolas en su bolsillo trasero y saliendo del lugar. Bajó las escaleras con tanta prisa que si no se cayó fue por mucha suerte. Corrió hacia un destino desconocido. La brisa lo golpeaba tanto que despeinaba su cabello y hacía volar un poco su ropa. Sabía que lo que más le dolía no era el hecho de separarse sino el engaño, pudo haber lidiado con eso, todo ese tiempo se acostó con un asesino mentiroso, pensó si alguna vez le preocupó sus sentimientos o solo lo tuvo de pasada durante su estadía.

ERLEBNISSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora