Mi chico...

47 4 2
                                    

Me encontraba sola rodeada de la más lúgubre oscuridad, a lo lejos se escuchaban unos pasos resonantes, acercándose cada vez más, ese sonido martilleante me inundaba de miedo, "tap, tap, tap" se hacia cada vez más fuerte y yo no sabia que hacer, si gritaba corría el riesgo de que supiera exactamente donde estaba, el miedo me tenía paralizada viendo a la nada; tras cada segundo el ruido fue aumentando y mis nervios afloraban, a lo que creo que menos de un metro de mi se detuvo, me quede inmóvil en mi lugar, podía escuchar su respiración acompasada demasiado cerca; cerré los ojos instintivamente y de pronto todo se iluminó...

Abrí los ojos lentamente al no sentir su presencia, me encontraba en lo que parecía ser un jardín de fiesta, en éste había una fuente que tal vez en sus tiempos mozos habría sido impresionante, pero que ahora no era mas que trozos de mármol cuarteados y agua estancada; en éste también se encontraba una infinidad de árboles, algunos caídos otros secos, asombrando su gran tamaño y la increíble curvatura de sus ramas, curveadas en pico asemejándose a manos gigantescas que tratan de alcanzarte; pero lo que mas impactante y espeluznante de ese lugar era por lo cual estaba iluminado, una inmensa y majestuosa luna negra en medio de un cielo rojo sangre, la noche roja...

A medida que pasaban los segundos este lugar me daba mas y mas escalofríos, volteo hacia ambos lados en busca de algún indicio de hacia donde se había ido la "persona" que había estado frente a mi con anterioridad "No te muevas" pronunció con una grave, poderosa pero la vez melodiosa voz tomándome de los hombros, le hice caso temiendo por mi vida, no podía verlo pero algo me resultaba extrañamente familiar, como si en algún lugar de mi mente estuviera enterrada entre recuerdos; "buena chica, ahora voltea lentamente" dijo y de inmediato me soltó y al parecer se alejó unos cuantos pasos de mi espalda por lo que pude escuchar, hice lo que me pidió y voltee lentamente... Lo vi, era un joven, de un metro ochenta y tantos, tez clara, cabello negro azabache un poco largo, vestía una camisa blanca, pantalones de vestir negros, zapatos igualmente negros y una gabardina hasta la pantorrilla de un color gris oscuro; solo se podía observar la mitad de su rostro y por lo que podía distinguir tenía un perfil muy marcado, nariz recta y unos ojos de color azul turquesa que parecían traspasar tu cuerpo y revelar tus más oscuros secretos.

"No tengas miedo" y al momento de que esas sencillas palabras salieran de sus labios mi miedo y ansiedad desaparecieron, me sentía extrañamente segura y protegida, había algo en él que me hacia sentir de esa manera sin importar el lugar en el que nos encontrábamos, el extendió su mano para que yo la tomara y me dedico una leve sonrisa y de pronto algo hizo "clic" en mis recuerdos.

Un sin fin de imágenes comenzaron a bombardearme por todos lados, solo por fracciones de segundos reconociendo algunas de ellas, lago, bosque, leopardo, bosque, carrera, niño, extraño, dulces, juegos, risa, mano, sonrisa, diversión, explorar, villa, animal, zorro, perseguir, encontrar, tesoro, mapa, buscar, noche, luna, caer, agua, niño, llorar, gritar, ayuda, hospital, gritos, oscuridad...

Comencé a llorar desconsoladamente, un canal de lagrimas recorrían sin cesar por mis mejillas, yo ya lo conocía, por eso se me hizo tan familiar, era él, el niño que conocí en mi infancia; oh, como ha crecido. Todos los veranos íbamos a la villa familiar en un bosque, en la cual había un bosque y en el verano de mi décimo cumpleaños lo conocí a él, yo tenía un peluche de un leopardo el cual era mi regalo de cumpleaños, me acuerdo que nos divertimos mucho, comimos dulce, jugamos, reímos, hasta que se nos ocurrió ir a explorar con la excusa de una búsqueda del tesoro, caminamos durante un rato, tomados de las manos hasta tarde y encontramos un precioso zorro, comenzamos a perseguirlo, este se dirigía hacia el lago, en medio de toda la exitación el tropezó cayendo a la parte profunda del lago, el trataba por todos los medios salir del agua, yo comencé a llorar y pedí ayuda, fui corriendo a donde mis padres, llegaron a tiempo y lo llevaron al hospital, lamentablemente no corrió con tanta suerte, había sufrido un caso grave de pulmonía y al ser como decían los doctores de "constitución débil" murió en el hospital, llamaron a sus padres y al llegar su madre llorando a lágrima viva volteo a verme y me grito "¡TODO ESTO ES TU CULPA, TU MALDITA CULPA, QUEDARA EN TU CONCIENCIA POR EL RESTO DE TU PATÉTICA VIDA! Yo comencé a llorar aun mas fuerte y mi madre me saco del hospital, al día siguiente nos fuimos y yo no recordaba nada, al parecer había sufrido un shock por estrés postraumático que me hizo olvidar todo lo ocurrido desde el primer día de vacaciones.

"Ven junto a mí, no llores más" me dijo, yo extendí mi mano y el la tomo con sumo cuidado, me sostuvo con un brazo la cintura y con la otra mano limpio con delicadeza las lagrimas que bañaban mis mejillas, depositando tiernos besos en mis ojos repetidas veces y así me fui con él, ya no había más miedo ni angustia, solamente él y yo, y eso fue todo lo que recuerdo antes de desaparecer...

Me desperté sobresaltada de la cama, todo era un sueño, pero se sintió demasiado real, todavía puedo sentir su tacto, el calor de su piel y su mirada penetrante sobre mi, no se que me pasa, tal vez este volviéndome loca, no lo se...

"Princesa", ¿Que fue eso?, "Princesa, ven conmigo", en definitiva me estoy volviendo loca, no puedo estar escuchandolo llamarme, o ¿si?, "Estoy aquí", voltee a todos lados en su busqueda, hasta que lo vi parado gallardamente frente a la ventana extendiendo su mano hacia mi...

El chico de mis recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora