Trabajo

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24 de Febrero 2006
Estamos a 24 de Febrero 2006 y no he conseguido trabajo, con el poco dinero que ahorre antes de que me echarán de la casa le he estado pagando a María pero ya no me queda mucho le he dado dinero para la comida y le eh estado pagando el alquiler, siento que me estoy ahogando solo han pasado un par de días y ya me estoy estresando, no he hablado con mis amigas y ya las extraño mucho, hay he salido desde las 7 de la mañana buscar trabajo y la verdad no encontrado nada solamente me queda una opciones de un puesto de mesera, la verdad mientras estaba en la antigua casa ayudaba ha la servidumbre para poder distraerme así que tengo algo de esperiencia sirviendo comida.
Llegué a una cafetería había muchas personas y podía darme cuenta que no tenían muchos meseros, solo habían cinco meseros y todos eran hombre se podía decir que tenían entre 17 y 19 años, me acerque a uno de ellos para preguntarle dónde estaba su jefe que necesitaba hablar con el para el puesto vacante.
Astrid: Hola, nececito hablar con su jefe
Chico1: Y eso para que o que ?
Chico2: No seas grosero no ves que es una mujer
Chico3: Si quieres te llevo - dice de manera coqueta
Chico2: Tu no vas a llevar a la chica a ninguna lugar maldito pervertido, yo la llevaré
Chico1y3: Lo que tú digas
Chico2: Discúlpalos, ellos son muy inmaduros, permíteme te llevo con el jefe
Astrid: No te preocupes y gracias
El chico el cual aún no se su nombre iso justo lo que dijo, me llevo con su jefe y después se retiró, espere un rato en la oficina del jefe ya que aún no había llegado, después de un rato un hombre pelo negro, ajos café y alto entro por la puerta apenas noto mi presencia se sentó en su escritorio quedando frente a mi para después preguntarme.
Jefe: Vienes por el trabajo, no es así ?
Astrid: Así es señor
Jefe: No estás algo pequeña para trabajar digo pareces una chica de unos 16 o 17 años
Astrid: Tengo 17 años pero de verdad necesito el trabajo, se que aparento una niña pero soy muy responsable
Jefe: Bien, solo necesito que me llenes unos papeles y el trabajo es todo tuyo
Astrid: Si señor, muchas gracias
Me dio unos papeles tal y como dijo no había mucho que rellenar en menos de 10 minutos ya había terminado las preguntas eran tipo: con quién vives? tu nombre? dónde vives? Edad? donde naciste? cuando naciste? y entre otras cosas, no mentí en ninguna no quería tener problemas.
Entregue los papeles a el jefe, parecía sorprendido al ver mi nombre pero no dijo nada del tema solo me dijo que empezaba mañana dede las 6 de la mañana, la paga no era buena ni mala pero algo es algo , también dijo que mañana me da mi uniforme y me presenta a mis compañeros de trabajo, después de eso me fui a casa de María le dije que ya había conseguido trabajo y me felicitó por eso, llame a mis amigas pero no contestaron deje de insistirle ya que ellas también son una personas muy ocupadas.
salida mi habitación y ayude a María a hacer la cena algo sencillo pues solamente éramos las dos, después de comer voy a mi habitación a revisar que puedo vender por las noches pues necesito más dinero si quiero salir adelante, encontré vestidos finos y caros cinco pares de tacones diez joyas, incluidas collares, manillas, aretes y anillos, decidí empezar a vender hoy mismo así que salí del callejón y con mis cosas dentro del bolso camina un parque.
Eran las 7 de la noche no era tan tarde el parque estaba lleno de personas me voy asentar a un banco que está frente a un lago, personas van llegando iban preguntando el precio la verdad no lo había pensado así que entre las personas y yo debatimos en cuanto podemos dejar las cosas claro a un precio algo alto por la marca de los vestidos joyas y tacones.
Después de 2 horas ya había vendido todo no me queda nada que vender así que toma el dinero que había ganado lo cual es mucho lo metí dentro del bolso y el bolso lo abracé fuerte para que no me lo vayan a robar caminé hasta llegar a casa de María cuando llegué traté de entrar Lo más silencia posible pues no quería que supiera lo que había vendido porque había ganado esa cantidad de dinero ya que ese dinero sería para mi bebé.
Gracias a dios ya estaba dormida simplemente procedí a ir a mi habitación y contar el dinero haya ganado mucho así te los volví a meter en el bolso y el bolso lo escondí debajo de mi cama y me acosté a dormir pues mañana sería mi primer día en el trabajo.

La miserable vida de una guerreraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora